Me encanta perfeccionar cierto tipo de ejercicio. A través de las fases de mi vida, he sido una fanática del baloncesto (jugado en tres equipos durante todo el año!), una adicta a correr, una adicta al spinning (cuando era instructora), una devota del yoga y más. Tengo amigos que sienten que tienen que hacer penitencia si se pierden una clase de CrossFit, y amigos que aman hacer dos al día (Barre y spinning en el mismo día, ¿alguien?).
Habiendo llegado recientemente a un lugar de equilibrio en mi rutina de ejercicios, empecé a evaluar seriamente qué tipo de programación funcionaría mejor para mí durante el embarazo. Debido a las opciones de ejercicios anteriores o a la genética, tengo los tendones de la corva terriblemente apretados, pero las caderas flexibles. Sin embargo, estos dos van de la mano. Si me excedo en el ejercicio que no promueve ningún movimiento lateral (por ejemplo, correr y andar en bicicleta exclusivamente), continuaré apretando demasiado las áreas que debo aflojar mientras me preparo para el trabajo de parto.
Además, necesitaba añadir algunas consideraciones en base a cómo mi cuerpo estaba cambiando durante el embarazo. Aunque he tenido la suerte de evitar el dolor de espalda, he tenido que lidiar con tres meses de dolor crónico en las costillas del lado derecho. Como no me lo esperaba, tuve que hacer algunos sacrificios para no agravar esa zona. También he añadido rutinas que ayudan a abrir la caja torácica y promueven la circulación (¡más yoga!).
He aquí cómo evaluar lo que podría funcionar para ti:
- ¿Has tenido alguna lesión deportiva en el pasado?
¿Desgarrado el LCA (ligamento cruzado anterior) por el fútbol? ¿Cirugía del manguito rotador por nadar? Con los muchos cambios físicos que ocurren en el cuerpo durante el embarazo, algunas lesiones viejas pueden desencadenarse. Sé consciente de lo que son, y si te empiezan a dar señales de advertencia. - ¿Qué te mantiene motivada?
- Estar con los compañeros contra la automotivación: ¿Estás automotivada o quieres estar en una clase grupal con otras futuras mamás? Identifica lo que te motiva a ser activa y responsable.
- El tipo de ejercicio: ¿La idea de caminar durante una hora te aburre hasta las lágrimas? Trata de agregar pequeños intervalos de trote (60 segundos) o deja de hacer un entrenamiento rápido de la parte inferior del cuerpo cada 5 minutos. Lo más importante aquí es elegir un ejercicio que te deje estimulada.
- ¿Has hecho una evaluación personal de tu energía?
Una vez que tengas tu lista de ejercicios preferidos frente a ti, pruébalos y toma nota de cómo se siente antes y después. Caminar y trotar puede hacer que te sientas renovada, mientras que el entrenamiento con pesas puede dejarte sin fuerzas. Ten en cuenta cómo te sientes al programar ciertos tipos de entrenamientos. - ¿Cuáles son tus metas de acondicionamiento físico?
¿Deseas mantener un cierto nivel de forma física? ¿Reducir el estrés? ¿Activamente prepararte para un parto natural? ¿Simplemente cosechar los beneficios del ejercicio durante el embarazo (por ejemplo, mejor digestión, mejor sueño, etc.)? Empareja tus metas con las otras consideraciones, y comienza a reducir (o aumentar) tus opciones.
No sólo tengo metas múltiples, sino que tengo metas diferentes para cada trimestre. Mi horario actual incorpora caminar/correr, entrenamiento de intervalos, entrenamiento de peso corporal, entrenamiento de resistencia, yoga y meditación. Cada uno de ellos satisface mis necesidades, a la vez que me rejuvenece. Y aunque por lo general me contento con hacer ejercicio por mi cuenta, no puedo dejar de pensar en mi nuevo compañero de entrenamiento que pronto estará por llegar.
Sobre la autora:
FitBump fundadora Kira Kohrherr, es entrenadora personal certificada por AFAA y ACE pre/postnatal. Con más de 15 años de experiencia, ella trabaja con las mamás para mantener embarazos saludables y en forma. Una medio maratonista de 21X y una maratonista de 4X, Kira se convirtió en madre por primera vez de su hijo Rhys en agosto de 2016.
