A medida que tu bebé comienza a tomar un poco más de interés activo en otros niños en las citas de juego, puedes comenzar a encontrar el desacuerdo ocasional de los niños pequeños sobre un juguete o incluso la atención de los adultos. Puede ser especialmente difícil para un padre o una madre ver a su pequeño golpear o morder a otro niño, pero es una reacción común de los niños pequeños, los niños pequeños no tienen los años de práctica en la interacción social que tienen sus padres. Desanimar la respuesta agresiva o frustrada de un niño pequeño a una disputa en una cita de juego requiere algunas herramientas importantes:
- La voz:Hablarle en un tono firme, pero amable, le recuerda que tienes el control, lo que lo desalienta a gritar también y al mismo tiempo le asegura que tú tienes el control. Un tranquilo, «espera, paremos aquí», puede ayudarte a ti y tu bebé a tomar un momento para concentrarse. Colocando tu mano suavemente en él/ella para prevenir cualquier otra interacción física adicional es aconsejable si crees que tu hijo tiene probabilidades de volver a golpear.
- El reconocimiento: Déjale saber que tu ves sus deseos, y que entiendes dónde vienen puede hacer mucho para hacerle sentir escuchado. Un simple «quieres ese coche» le ayudará a sentirse comprendida y tomada en serio.
- La dirección:Tu pequeño es mucho más maduro de lo que una vez lo fue, pero todavía no está a la altura de instrucciones muy complejas. Directivas simples y fáciles de seguir como «Manos suaves», «No pegar» obtendrá mejores resultados a esta edad que una discusión más compleja sobre por qué pegar no es agradable.
- La alternativa: A esta edad, la diversión siempre funciona mejor que decirle que deje de hacer algo. Trata de sugerir un comportamiento alternativo: «Por favor, usa tus palabras. ¿Te gustaría terminar tu turno con el coche y luego compartirlo?»
- La actitud:La consistencia y la paciencia son claves tanto para los niños como para los adultos involucrados.
Otros factores
La rutina de tu pequeño también puede tener un impacto en el éxito de una cita de juego. Si una cita de juegos o interacción está ocurriendo cerca de la hora de la siesta o de la comida, él o ella puede no ser capaz de aplicar su autocontrol aún en desarrollo, lo que significa que si está hambriento o cansado, puede no ser capaz de evitar expresar esos sentimientos (en voz alta) tan bien como lo haría un adulto maduro.
Si tu hijo actúa de manera poco amable durante una cita de juego u otro evento social, es posible que tengas que retirarlo de la situación durante unos minutos para que pueda calmarse. Es sorprendente la diferencia que puede tener un tiempo de descanso rápido para abrazarse o tomar un refrigerio antes de volver a la hora de jugar en grupo, y si no ayuda, suele ser una buena señal de que puede ser el momento de ir a casa un poco antes de lo planeado. Si parece que continuar con una cita de juego sólo llevará a interacciones más difíciles o agresivas, volver a casa e intentarlo de nuevo otro día es siempre una opción. Reconocer que tu pequeño está aprendiendo a jugar con otros niños, y que el aprendizaje requiere de práctica, puede ayudarles a ambos a comprender que una interacción difícil es solo una oportunidad para intentar hacerlo mejor la próxima vez.