Si tu pequeñín ha estado transicionando lentamente de leche materna o de fórmula a purés gradualmente más grumosos, o dio el salto de una vez a los alimentos que se pueden comer con los dedos, ahora que tiene unos cuantos dientes más, tu pequeñín probablemente esté listo para comenzar a explorar una nueva gama de alimentos diferentes – ya sea lo sepa o no. Como siempre, al introducir a tu pequeñín a los nuevos alimentos, es importante tener mucho cuidado al introducir alérgenos comunes como maní, nueces de árbol, huevos, lácteos y mariscos. No dudes en consultar con tu proveedor de atención médica sobre una estrategia para introducir alérgenos comunes. Aparte de eso, sin embargo, el cielo es el límite y los sabores, olores, texturas y especias más nuevos que puedas hacer que tu frijolito pruebe, mejor oportunidad tiene de desarrollar gustos amplios y aventureros en la comida.
No hay una manera correcta de criar a un comensal audaz, pero hay diferentes estrategias que pueden ser útiles en cada paso de comer, desde ir de compras al supermercado hasta preparar las comidas y sentarse alrededor de la mesa.
Elegir el momento adecuado del día
Para empezar, tu pequeñín probablemente no querrá darle la primera mordida a un bocado de coles de Bruselas cuando acaba de terminar una gran comida, o está a mitad de camino de comer algo que ya le gusta. Por otro lado, si no está tan entusiasmado con un nuevo tipo de comida, es fácil para los padres y cuidadores empezar a preocuparse de que un niño pequeño tenga hambre. Introducir nuevos alimentos al comienzo del desayuno o almuerzo significa que es más probable que tu niño pequeño tenga hambre y esté preparado para comer algo nuevo, pero que tiene otra comida muy pronto, si no come mucho.
Empieza con una pequeña cantidad
Roma no se construyó en un día, y tampoco lo hará el gusto de tu chiquitín por la comida. Comenzar de a poco cuando se trata del tamaño de las porciones de un nuevo plato puede ayudar a que no lo asuste una nueva delicia en frente antes de ni siquiera empezar. Esto puede significar tener un pequeño acompañamiento de algo nuevo como parte de una comida con la que ya está familiarizado (tu chiquitín siempre puede comer más si el nuevo plato es un éxito de inmediato) o puede significar mezclar un nuevo alimento con uno viejo y familiar, por ejemplo, añadir pequeños trozos de un nuevo tipo de verdura a un plato de pasta favorito. La transición lenta mediante la adición de nuevos alimentos a sabores familiares puede ayudar a evitar que los nuevos alimentos parezcan demasiado impactantes.
Demuéstrale que te encanta
A este punto, tu chiquitín probablemente ha aprendido la mayoría de las cosas que conoce del mundo, así que, ¿por qué debería ser diferente como se siente sobre los guisantes? Darle a tu hijo la oportunidad de ver cómo disfrutas de una cena saludable es una de las razones por las que se recomienda comer juntos en familia, y decirle a tu pequeñín lo que sientes sobre lo que comes es llevar esa idea al siguiente nivel. Mientras estás comiendo en la mesa, puedes comenzar por hablar acerca de los alimentos que estás comiendo. Describe a qué saben. Dile a tu hijo lo buenos que son y lo fuertes y enérgicos que le ayudan a crecer. Si tu frijolito te ve comiéndolo, es más probable que lo pruebe.
La buena y vieja presión de grupo
Mientras tu pequeñín se vuelve más social e interesado en otros niños a medida que crece, no eres el único que puede tener un impacto sobre él por medio de guiando con el ejemplo. Si está cerca de otros niños de su edad que están comiendo nuevos y excitantes alimentos, tu pequeñín puede estar más ansioso por probar nuevos alimentos también. Este no siempre es un ejemplo fácil de encontrar, pero si haces el esfuerzo para hablar con otros padres, seguramente encontrarás uno o dos cuyos pequeños se atreven a comer lo que pocos niños pequeños han comido antes, y que podrían estar listos para una cita para almorzar. Solo ten cuidado al hacer comparaciones entre sus hábitos alimenticios y los de tu pequeñín cuando le hables a tu peque, ya que eso puede llevar a luchas de poder sobre la comida.