¿Recuerdas cuando pusiste a tu bebé en su silla alta (también llamadas ‘trona’ o ‘periquera’) para probar el primer bocado de comida sólida? Parece que fue ayer, pero puede ser el momento para otra transición de bebé a niño, ya que la mayoría de los niños están listos para abandonar la silla alta en favor de un asiento elevado alrededor de los 18 meses. Sigue leyendo para obtener consejos sobre la selección del asiento elevado.
¿Cuándo está listo mi hijo o hija para un asiento elevado?
No hay una respuesta rotunda sobre cuándo hacer la transición, además de «Antes de que tu hijo pase el límite de tamaño de la silla alta». La preparación para el asiento elevado está determinada por una serie de factores. Algunos niños pequeños pueden estar perfectamente contentos en sus sillas altas, mientras que otros pueden retorcerse y querer comer en la mesa con el resto de la familia. Los asientos elevados son ideales para niños pequeños que no están listos para sentarse en sillas normales, ya que se acercan a la mesa y ofrecen cinturones para mantener a los más pequeños amarrados en sus asientos. Algunos modelos incluso se enganchan directamente a la mesa y se pueden utilizar tan pronto como el niño pueda sentarse sin ayuda, aunque para éstos, es importante asegurarse de que la mesa en cuestión sea estable, sólida y capaz de soportar ese tipo de distribución desigual del peso sin inclinarse.
Consejos para elegir el asiento elevado adecuado
- Comprueba el límite de peso: Algunos asiento elevados, especialmente los modelos que se enganchan a la mesa, tienen un límite de peso máximo (normalmente alrededor de 35 libras). Cada asiento puede variar, así que asegúrate de leer el manual si no estás segura de si es seguro para tu hijo.
- Asegúrate de que esté firme: Al igual que un asiento de seguridad, querrás estar segura de que instalas correctamente el asiento elevado de tu hijo, y las recomendaciones de cada modelo difieren. Por ejemplo, algunos asientos elevados requieren estar sujetos a una silla sin almohadilla. Los asientos elevados que se conectan a las sillas sólo deben usarse en sillas estables con respaldos duros, y querrás asegurarte de que la silla elevada tenga correas para conectarse a la silla de comedor. Cuando utilices una silla elevada con gancho, asegúrate de que la mesa sea resistente para evitar que se vuelque. Las mesas con cuatro patas, en lugar de una en el medio, son generalmente apuestas más seguras para este tipo de asiento elevado.
- Facilidad de uso: La hora de comer es algo que sucede varias veces al día, así que querrás una silla que sea fácil de usar y fácil de limpiar. Los asientos elevados no ocupan mucho espacio, son portátiles y fáciles de limpiar. Si tu familia viaja con frecuencia o come fuera de casa mucho, esta puede ser la mejor opción para ti. Las sillas con gancho también son fáciles de transportar, pueden colocarse en cualquier lugar de la mesa y ocupan mucho menos espacio que una silla de pie.
Elegir el asiento adecuado para tu chiquitín depende en gran medida de la distribución de tu casa y de la forma en que tu familia come. Lee siempre el manual de tu asiento para garantizar una instalación correcta, y mantén a tu bebé sujetado y supervisado en todo momento. Mantén la silla alejada de las paredes, ya que tu pequeñín puede ser capaz de voltear el asiento fácilmente si se empuja con los pies. Mientras tu chiquitín esté seguro, protegido y cómodo, ¡ten la seguridad de que has hecho una gran elección!