La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda suspender la alimentación con biberón cuando los niños tienen entre 12 y 15 meses de edad. Los vasitos para bebé, aunque son bastante fáciles de usar para los niños pequeños, pueden interferir con la forma en que los niños aprenden a tomar sorbos, a veces causan problemas dentales y también pueden inhibir el movimiento de la lengua utilizado en ciertos patrones de habla.
Así que, incluso si temes el desorden extra de una taza abierta, ¡realmente vale la pena dar el salto!
Elegir la taza
En lugar de usar tus vasos de cena, comienza con un pequeño vaso de plástico, como las tacitas de plástico que vienen con la medicina líquida. Esta es una buena taza para comenzar porque tiene un labio ancho, y puedes controlar fácilmente la cantidad de líquido que sale. Si no tienes una taza de medicina, cualquier tipo de taza similar funcionará.
Prevenir el desorden
Probablemente estés diez pasos por delante de este consejo, pero siempre es inteligente prepararse para que las cosas se pongan feas. La manera más sencilla de prepararse para una sesión particularmente desordenada de beber en vasos es poner una toalla, una sábana o una sábana de plástico debajo de la silla alta antes de empezar a introducir los vasos. Esto reducirá tu tiempo de limpieza a la mitad, o incluso más – aunque existe la posibilidad de que encuentres que tu comilón desordenado es un bebedor en tazas no tan desordenado!
Qué hacer
Asegúrate de que tu pequeñín está sentado en una silla que lo soporte a medida que se reclina e inclina la cabeza hacia atrás. Una silla alta es perfecta. Mientras tu chiquitín está sentado en la silla alta, vierte una cantidad muy pequeña del líquido en la taza.
Deja que tu peque recline la cabeza hacia atrás y abra la boca. Lleva la taza hacia el labio inferior, luego inclínala de modo que una pequeña parte del líquido entre a la boca.
Si tienes éxito y tu pequeñín traga el líquido, ¡dale elogios y dile que hizo un buen trabajo! Después deja que tome un descanso antes de que lo intentes de nuevo.
Si es difícil de conseguir que abra la boca, entonces es posible que necesites practicar unas cuantas veces con una taza vacía, recompensándolo cuando abre boca para la taza vacía. También puedes sumergir el borde de la taza en un jugo que le guste, para que sea más probable que abra la boca.
Reforzar beber de vasos abiertos
Se necesitarán muchos intentos -y definitivamente unos meses- para que esta nueva habilidad se convierta en segunda naturaleza para tu peque. Sigue ofreciendo la taza en cada comida, asegurándote de que que bebe unos cuantos sorbos, y modela bebiendo de ella, también.
Una vez que se acostumbra a las cosas, empieza a mostrarle cómo sostener la taza con ambas manos (con tu ayuda, por supuesto). A partir de ahí, puedes ayudarle cada vez menos hasta que pueda hacerlo por sí solo.
Por qué es bueno para tu pequeñín comer por sí solo, a pesar del desorden
Es realmente importante para tu bebé obtener toda la experiencia sensorial de comer y beber. Tu miedo a una cocina desordenada es completamente válido, pero tu chiquitín tiene que aprender alguna vez, así que ¿por qué no zambullirse de un solo? Aprender esta nueva habilidad le dará una sensación de confianza a largo plazo, y más inmediatamente, puede comenzar a aliviar tu carga de trabajo a la hora de comer.
Fuentes
- Nancy Ripton, Melanie Potock. Baby Self-Feeding: Solid Food Solutions to Create Lifelong, Healthy Eating Habits. Fair Winds Press, Jun 2016. Web.
- «Discontinuing The Bottle.» HealthyChildren. American Academy of Pediatrics, Nov 2015. Available at https://healthychildren.org/English/ages-stages/baby/feeding-nutrition/Pages/Discontinuing-the-Bottle.aspx
- Krisi Brackett. «Working on Cup Drinking: The Benefits of Using an Open Cup.» PediatricFeedingNews.
Pediatric Feeding News, Jun 2014. Available at http://pediatricfeedingnews.com/working-on-cup-drinking-the-benefits-of-using-an-open-cup/