Lo has intentado todo.
«Es delicioso».
«Te hará grande y fuerte».
«Es un aguacate mágico«.
Aún así, tu pequeñín no da su brazo a torcer. Ya sea que tu chiquitín sea un comedor chisquilloso o no, es muy común que los niños pequeños se resistan a probar nuevos alimentos, especialmente cuando se ven muy diferentes de cualquier cosa que hayan probado antes. Combínalo con el deseo de tu pequeño de ser independiente a la hora de comer, y puedes despedirse de ese viejo truco del avión para la alimentación. Cuando son niños pequeños, se necesitará algo más que un utensilio volador para hacer pasar más allá de los labios una comida desconocida. Algunos de estos consejos pueden sonar sospechosamente como las estrategias básicas sugeridas para introducir nuevos alimentos a edades más tempranas, pero eso se debe a que, en muchos casos, los clásicos siguen siendo las formas más efectivas de fomentar la aventura en el paladar de tu hijo.
- Lento y constante: Es importante no abrumar a tu pequeñín con lo que está en el plato, así que ten en cuenta la forma en que introduces un alimento que no le es familiar. La introducción de nuevos alimentos de uno en uno te da la oportunidad de estar atenta a una reacción alérgica, y tal vez animarle a para darle una oportunidad a esa nueva comida. Si ve un plato lleno de cosas que no reconoce, puede decidir pasar por alto la comida por completo. Otra manera de evitar que los nuevos alimentos se vean demasiado abrumadores es asegurarse de limitar el tamaño de las porciones – las porciones para niños pequeños son generalmente alrededor de una cuarta parte del tamaño de una porción para adultos. Acompañar la nueva comida con una que ya sabes que le gusta también pueden ayudar a que la nueva comida se vea un poco más sabrosa en los ojos de tu frijolito.
- Considera el tiempo: Como la mayoría de la gente, es más probable que tu chiquitín pruebe un nuevo alimento cuando tiene hambre, así que en los días en que planeas introducir algo nuevo, puede ser más útil seguir un horario de comidas, en lugar de ser un poco más flexible con los bocadillos y el picoteo. Mantén la hora de comer estructurada y minimiza las distracciones a la hora de comer. Quieres que no solo tenga apetito, sino que también esté concentrado en la comida que tiene al frente.
- Mantenlo divertido: Aunque puede ser estresante cuando los niños pequeños no comen algo que ha sido preparado para ellos, es mejor no forzar la comida, la cual podría empezar a darle asociaciones negativas con ella. En cambio, puede ser especialmente útil asegurarse de que tu pequeñín te ve disfrutando de la nueva comida, lo que puede animarlo para tomar ese primer mordisco. Puedes decidir cortar la comida en formas divertidas, o hacer un diseño en su plato para que parezca más atractivo. Si tu frijolito todavía no da la primera mordida, siempre puedes guardarlo para otro día.
Los niños pequeños pueden protestar contra los nuevos alimentos por una variedad de razones, así que no sientas que estás haciendo mal lo de la comida si rechaza de plano un plato desconocido. Algunos niños pequeños tienen paladares más sensibles que otros, o simplemente son cautelosos con los nuevos alimentos por naturaleza. Las investigaciones demuestran que puede tardar hasta 15 exposiciones a un alimento antes de que sea aceptado, así que no te rindas demasiado pronto. ¡Lo que tu pequeñín no toca hoy muy bien puede ser su nuevo favorito mañana!