Aunque las pesadillas son comunes, eso no las hace menos aterradoras. Cuando tu bebé se despierta de una pesadilla, probablemente se asustará bastante. La buena noticia es que con un poco de trabajo, podrás asegurarlo que está a salvo y que todo va a estar bien.
Probablemente tienes pesadillas de vez en cuando, de modo que sabes que incluso los adultos pueden tener dificultades para despertarse de ellas. Desafortunadamente, también son difíciles de prevenir. Lo mejor que puedes hacer es responder rápida y empáticamente cuando tu chiquitín se despierta de una pesadilla, y si las sigue teniendo, es hora de encontrar formas de tratar de mejorar su sueño y disminuir las pesadillas.
Pesadillas para principeantes
Se desconoce la causa exacta de las pesadillas, pero los padres a veces pueden descubrir ciertas cosas que desencadenan los sueños aterradores de sus hijos. Por ejemplo, las pesadillas pueden ocurrir cuando un niño pasa por un cambio de vida, se siente estresado o después de que lee o ve algo que lo asusta en un libro o película.
Es posible que notes algunos temas continuos de la vida real en sus sueños. Mientras tu pequeñín duerme, su cerebro tiene la oportunidad de explorar pensamientos y situaciones que no aparecen en la vida cotidiana. A medida que crece y su imaginación mejora, los sueños se vuelven más vívidos y realistas.
¡Al rescate!
Tan pronto como te des cuenta que tu pequeñín está teniendo una pesadilla, ve y empieza a consolarlo. Si tu chiquitín necesita llorar o gritar, déjalo pero tranquilízalo diciéndole que está seguro y protegido, que nada le pasará, que estaba teniendo una pesadilla y que te quedarás hasta que se sienta seguro.
El contacto físico también es importante; es realmente reconfortante que los niños sean sostenidos por sus padres después de una pesadilla.
Equipo de ensueño: prevenir futuras pesadillas
Si tu pequeñín ha estado teniendo algunos sueños aterradores últimamente, estas tácticas pueden ayudarle a empezar a dormir un poco más tranquilamente.
- Rutina a la hora de acostarse: Las rutinas pueden ser reconfortantes para los niños pequeños, y si la rutina de tu familia ha sido un poco perturbada o desorganizada últimamente, puede ser el momento de reajustarla a algo más predecible. Fija una hora regular para ir a la cama y ayuda a que tu chiquitín se meta en el hábito de tranquilizarse antes de cerrar ojos o entrando en sueño, de modo que cuando se duerma, tu frijolito esté tranquilo y relajado.
- Una luz nocturna: Si la oscuridad le asusta, tu pequeñín puede estar quedándose dormido sintiéndose asustado y perturbado. Poniéndole una pequeña luz en su habitación de manera que no queda completamente a oscuras por la noche, puedes ayudarle a tranquilizarse mientras se mantiene la luz tenue en la habitación que promueve el sueño. Dejar la puerta del dormitorio abierta, con la luz encendida en el vestíbulo, puede tener el mismo efecto además de recordarle que estás cerca.
- Menos cosas que asustan: Ahora que tu chiquitín es lo suficientemente major como para entender un poco mejor los medios de comunicación, este puede empezar a tener un efecto más fuerte sobre él. Si tu peque ha estado expuesto a películas y libros de miedo recientemente, cambiar las películas y libros de miedo y reemplazarlos con cosas más suaves podría ayudar a limitar las imágenes de miedo en su mente que su cerebro tiene que hacer uso en los sueños.
- Objeto de consuelo: Una manta, un animal de peluche o un juguete favorito pueden servir como objetos de consuelo para tu pequeñín; será capaz de enfocarse en el objeto de consuelo en lugar de los pensamientos que están haciéndole sentir miedo.
- Chequéalo: Acepta chequearlo un par de veces por la noche. Obviamente, no quieres que se convierta en que tu bebé depende completamente de que hagas el chequeo varias veces por la noche, pero aceptando hacerlo después que se va a la cama podría ayudarle a que se duerma más rápido.
- Recompensas: Ahora que tu pequeñín es mayor, y más capaz de entender ideas como la gratificación retrasada, puedes establecer un sistema en el que recibe estrellas o calcomanías en las noches en que es capaz de dormirse sin tu ayuda. Después de un cierto número de estrellas o calcomanías, lo puedes recompensar con una golosina o un regalo.
Procesar y autocalmarse
Durante el día, habla con tu pequeñín sobre sus sueños. Preguntando de qué era el sueño y asegurándolo que en la vida real todo estará bien, le estás dando a tu pequeñín una oportunidad de aprovechar los diversos miedos que formaron la base para las pesadillas. Sacar a la luz las preocupaciones o miedos específicos los hará mucho menos atemorizantes la próxima vez que piense en ellos.
Fuentes
- «Nightmares.» KidsHealth.The Nemours Foundation, Jul 2013. Available at http://kidshealth.org/en/parents/nightmare.html#
- «Children and Bedtime Fears and Nightmares.» SleepFoundation. National Sleep Foundation, Jun 2010. Available at https://sleepfoundation.org/ask-the-expert/children-and-bedtime-fears-and-nightmares
- «Using Objects to Reduce Anxiety.» HealthyPlace. Healthy Place, Nov 2014. Available at https://www.healthyplace.com/blogs/anxiety-schmanxiety/2014/11/using-objects-to-reduce-anxiety/