¡Lo lograste! ¡Has dado a luz a un humanito! En medio de aprender a cuidar de tu bebé y tomarte el tiempo para recuperarte del parto, ahora es un buen momento para crear una visión clara y cristalina de cómo quieres que vaya tu regreso al trabajo. Aquí hay algunas cosas que debes considerar en las últimas semanas antes de tu regreso que pueden ayudarte a hacer precisamente eso.
Lo básico
Mientras te preparas para regresar al trabajo, puede ser útil comenzar por considerar algunos de los elementos materiales básicos. ¿Qué necesitarás tener a mano para tu primer gran día de regreso? Es posible que tengas que pensar en conseguir ropa de trabajo cómoda, una nueva tarjeta de identificación o un pase de llave, un sacaleches y suministros (más información al respecto a continuación), maquillaje fácil o artículos de aseo personal que te ayuden a sentirte lo mejor posible (en particular si eso ha sido algo que no tenias mientras estabas en licencia), y cualquier otra cosa que te prepare para el éxito cuando regreses. ¿Y qué hay de tu bebé? También querrás resolver si necesitas abastecerte de suministros adicionales para el proveedor de cuidado infantil de tu bebé.
Preparación para sacarte leche
Si estás planeando sacarte leche, ¿tienes y te sientes cómoda con todo tu equipo de sacaleches? (Lee este artículo para aprender más sobre lo que necesitarás si va a sacarte leche en el trabajo.) ¿Tu empleador sabe que vas utilizar un sacaleches en el trabajo? ¿Dónde vas a hacerlo en el trabajo, y cómo los descansos para sacarte leche darán forma a tu horario de trabajo? ¿Qué tipo de equipo de sacaleches y suministros necesitarás llevar contigo, y puedes dejar algo de esto en el trabajo? No te olvides de pensar en las meriendas que llevarás también, ya que tendrás mucha hambre si estás amamantando.
Facilitar la reincorporación al trabajo
Ya sea que estés comenzando a tiempo parcial o volviendo a un horario de tiempo completo, asegúrete de haber confirmado la hora y la fecha de tu regreso con tu empleador. Incluso podrías considerar revisar tu correo electrónico para tener una mejor idea de lo que te espera cuando vuelvas a trabajar, aunque de ninguna manera tienes que responder al correo electrónico ahora mismo. Y si la idea de esto te estresa, ¡no lo hagas!
Si puedes darte el lujo de hacer una prueba con tu elegido proveedor de cuidado infantil, considera hacerlo antes de tu primer día real de regreso.
Conversaciones útiles
También ayudará contactar a las siguientes personas:
- Tu pareja: ¿Cómo es su horario de trabajo en este momento? ¿Y se han puesto de acuerdo sobre la manera en que cada uno de ustedes manejará las responsabilidades del hogar?
- Tu red de apoyo: ¿Puede alguien en tu red de apoyo darte consejos o asistencia en tus primeras semanas? ¿Hay alguien en tu red con quien puedas hablar cada semana o incluso con más frecuencia acerca de los sentimientos que estás teniendo? Puede ser muy útil tener a alguien con quien hablar, aunque sea por 15 minutos, sobre lo que estás pasando. ¿Hay alguien que pueda estar disponible en caso de que necesites cuidado infantil de respaldo? ¿Y hay alguien a quien quieras llamar para contarle sobre tu primer gran día de vuelta una vez que haya terminado?
- Cuidado infantil: ¿Tu proveedor de cuidado infantil preferido necesita algo más de tí? ¿Has confirmado cual será el primer día de cuidado del bebé? Si lo deseas, ¿pueden enviarte fotos del bebé unas cuantas veces al día o proporcionarte algún otro tipo de actualización?
- Tu jefe: ¿Has confirmado tu fecha de regreso con tu empleador? ¿Hay algo más que necesites saber antes de regresar? ¿Y tu jefe sabe que vas a sacarte leche en el lugar de trabajo?
- Tus compañeros de trabajo: Esto no es de ninguna manera obligatorio, pero si sientes que tienes la disponibilidad para hacerlo, puedes incluso enviar un mensaje a los miembros de tu equipo para avisarles de tu regreso.
¿Cómo está tu estado mental?
Si tienes ganas de volver al trabajo, ¡genial! Si te sientes triste o preocupada, considera la posibilidad de esforzarte suavemente hacia un estado mental cada vez más poderoso. Trata de pensar en lo que te hará sentirte segura y en control cuando regreses al trabajo. Si tienes antiguos comentarios elogiosos del trabajo, léelos. Si puedes encontrar artículos inspiradores, léelos ahora y guárdalos para más tarde. Luego puedes repasarlos si estás teniendo un día en especial difícil. Si tienes otros mantras o consejos favoritos, trata de memorizarlos para que te ayuden a superarlos.
Recuerda, estár nerviosa o triste con la idea de volver a trabajar está bien. Pero no solo vas a volver por tu carrera, sino que vas a volver por el bienestar de tu bebé, también. Pueden pasar algunos meses (o incluso más) hasta que te sientas del todo recuperada, así que debes saber que tu regreso al trabajo es un período de transición único, pero con el tiempo te adaptarás y sentirás como si hubieras encontrado una nueva normalidad.
Una nota sobre las cosas que no mejoran: siempre presta atención a los signos de depresión posparto. Si tu tristeza posparto no desaparece, si te sientes muy cansada y malhumorada y como si no quisieras interactuar con nadie, incluyendo tu bebé, o si algo no está bien, comunícate de inmediato con tu proveedor de atención médica para que puedas obtener la ayuda que necesitas.
Reflexiones finales
Aunque pueda no ser 100 % fácil ser una madre que trabaja, con el tiempo y con la experiencia tu te harás más fuerte, más hábil y más organizada en cuanto a manejar todo. Cuando llegue el momento de regresar de forma oficial, toma las cosas un día a la vez. Te sorprenderás de lo que puedes manejar, tanto en términos de trabajo como de mamá.