Nada cambia la dinámica de una familia como la adición de un niño, y nada puede sacudir el sentido de sí mismo que un niño pequeño tiene como la adición de un hermano. Preparar a un niño para la llegada de un nuevo hermanito puede ayudar mucho a facilitar la transición.
Cuánto le hables a tu hijo sobre la llegada inminente de un nuevo bebé depende no sólo de la edad del niño, sino también de la disposición única de cada uno de ellos. Algunos niños pueden notar que la mamá ha estado actuando de manera diferente, lo que justifica una conversación sincera acerca de lo que está sucediendo en la familia mientras la mamá está en la agonía de las náuseas del embarazo. Otros niños pueden ser ajenos a cualquier cambio y necesitan que se les informe explícitamente sobre el crecimiento del vientre de su madre y lo que significa.
De cualquier manera, comenzar a discutir el próximo cambio en tu familia mucho antes del nacimiento del nuevo bebé te da mucho tiempo para hablar de varios temas relacionados con un nuevo hermano, darle tiempo a tu hijo para que procese lo que estás diciendo, y luego hazle preguntas a medida que piensa en ellas. Nunca se sabe qué preocupaciones albergan los corazones pequeños, y dejar tiempo para que se aborden ayudará a suavizar cualquier golpe a lo largo del camino.
Anticiparse a posibles emociones complicadas y hablar con ellos antes de que se conviertan en un problema es otra estrategia que valdrá la pena a largo plazo. Por ejemplo, decirle a tu hijo que tienes mucho amor en tu corazón para amarlo a él y al bebé podría prevenir una angustia emocional.
Preparar a tu hijo para algunos de los cambios en el entorno que se producirán también allanará el camino para un ajuste agradable. Habla con tu hijo sobre los cambios de pañales, los arreglos para dormir y la lactancia materna o con biberón. Tu explicación podría sonar algo así: «Cariño, cuando nazca el bebé, mamá pasará mucho tiempo en la mecedora alimentándolo. Puedes venir y sentarte a mi lado.» O, «Cuando nazca el bebé, dormirá en la habitación con mamá y papá para que mamá pueda alimentarlo durante la noche. También solías dormir en el cuarto de mamá y papá. Eres un niño grande, así que dormirás en tu cuarto, igual que ahora. Pero si quieres, tal vez puedas tener una fiesta de pijamas en nuestro cuarto una noche».
Hablar sobre el papel de tu hijo como hermano mayor le ayudará a establecer su nueva función en la familia. Desarrollando su confianza y animarlo para hacerlo sentirse importante como, «El bebé es tan afortunado de tenerte, y yo soy tan afortunada de tenerte como mi ayudante especial», ayudará a los niños a ver el cambio en una luz positiva.
Además de hablar con tu hijo sobre el bebé y los cambios en tu familia, encuentra algunos libros centrados en el tema de tener un nuevo bebé en la casa o convertirse en un hermano mayor. Los libros son siempre una excelente manera de abrir conversaciones y también de discutir cosas en un espacio más seguro que no esté directamente relacionado con sí msmo.
Incluir a tu hijo en las preparaciones para el bebé, como comprar la ropa o preparar el cuarto de bebé, también ayudará a confirmar la sensación de que, en lugar de que algo que le está sucediendo a tu pequeñín, tu hijo es un participante activo en un cambio importante y emocionante que viene a la familia.
En todas estas preparaciones, no se te olvide de pasar tiempo con tu hijo que se centra en él y sus intereses personales y únicos. Esto se convertirá en tu «acción que habla más fuerte que las palabras» y le mostrará a tu hijo cuánto significa para ti. Esta es la esencia de ayudar a un niño a permanecer anclado y seguro en la familia, incluso con el cambio monumental de un nuevo hermano.
Sobre la autora:
Shifrah vive en Tallahasse, FL con su esposo, cuatro hijos, dos gatos y un perro. En medio de la maternidad y la escritura, disfruta de la lectura, la fotografía de estilo de vida, la costura, ir a la playa y documentarlo todo en álbumes de recortes de bolsillo. Bebe su café negro.
