Ser el padre de un bebé a menudo implica muchas conjeturas. ¿Está llorando por hambre o algo más está mal? ¿Está solo cansado o enfermo?
Justo cuando empiezas a pensar que puedes necesitar una bola de cristal para llegar al fondo de lo que le aqueja a tu pequeñín, empiezas a ver una luz al final del túnel – surgen las habilidades lingüísticas.
¿Cuándo comienzan a hablar los niños pequeños?
Tan pronto como al final de su primer año, es posible que hayas comenzado a escuchar algunas palabras iniciales. Para el momento en que termine el mes 24, puedes haber escuchado cualquier cosa desde frases básicas, a preguntas sencillas, hasta una lista creciente de palabras. La capacidad de tu chiquitín de comunicarse -contigo y con otros- contribuirá en gran medida a aclarar cuáles son sus necesidades.
El impacto del lenguaje en la seguridad de los niños pequeños
Ahora que tu pollito está caminando y hablando, el mundo podría empezar a sentirse como un lugar grande y aterrador. Puede ser difícil mantener seguro a un niño pequeño móvil, especialmente a uno que le encanta saludar a todo el mundo que ve. Pero en un niño que se acerca a los tres años, estas habilidades emergentes del lenguaje también pueden empezar a allanar el camino para tomar precauciones de seguridad sólidas si lo impensable ocurre y se pierde.
- Usa tus palabras: Si bien esto parece obvio, asegúrate de que tu chiquitín sabe -y puede decir- su nombre completo, así como tu nombre. Haz un juego de decir nombres y practicar con frecuencia.
- Los números: Aunque aprender un número de teléfono y la dirección de la casa puede ser más difícil para un niño a esta edad, trata de por lo menos comenzar el proceso. Busca una manera divertida de enseñarle ambas piezas de información, y si alguna vez tienes la opción de cambiar o agregar un número de teléfono, escoge uno que sea fácil de recordar.
Cuando el desafío es peligroso
A medida que tu pequeñín ejerce sus nuevas habilidades lingüísticas, inevitablemente oirás mucho la palabra «no». Aunque es una fase apropiada para el desarrollo, los padres necesitan superar el «no» cuando se trata de reglas de seguridad.
- Ofrece opciones: Ten una política de cero tolerancia al desafío a las reglas de seguridad, pero busca oportunidades para darle una opción inofensiva. Por ejemplo, intenta preguntar: «¿Quieres sostener mi mano izquierda o mi mano derecha mientras cruzamos la calle?»
- Redirige el comportamiento problemático: A veces los niños pequeños se concentran en una actividad que podría causarles daño. Si se resisten a tus correcciones con un rotundo «No», entonces intenta redireccionarlo. Toma a tu tesorito de la mano y dile: «Es un día soleado, así que salgamos a leer tu nuevo libro bajo el árbol.»
- Canaliza esas habilidades verbales. Para intentar romper el ciclo del «no», participa a tu pequeñín en charlas diarias de seguridad usando su creciente vocabulario. Cuando intente subir corriendo las escaleras le dices: «¿Cómo subimos con seguridad? Dilo conmigo, ¡caminamos!”
Esta fase temprana del lenguaje puede ser una época emocionante para los niños pequeños y los padres, y mantener a tu tesorito seguro también añade un elemento completamente nuevo.