Tu pequeño odia las siestas, no duerme la siesta, se niega a dormir la siesta pero, ¿es posible que sea porque ya no puede dormir la siesta? Los padres y cuidadores saben que la hora de la siesta no puede durar para siempre, pero averiguar si es realmente el momento de dejar pasar esta parte de la rutina diaria puede ser difícil.
La verdad es que aproximadamente la mitad de todos los niños pequeños dejan de tomar siestas a la edad de cuatro años, y a la edad de cinco años, el 70% de los niños pequeños estarán tan cansados de tomar siestas como lo están con su primer par de calcetines de bebé (los que que ya no le caben ni en los dedos de los pies para cuando llega a los cinco años de edad). Esto no significa necesariamente que los niños pequeños estén listos para dejar de dormir la siesta tan pronto como ellosdigan que lo están. La mayoría de los niños pequeños llegan al punto en que no quieren dormir una siesta mucho antes que el punto en el que están realmente listos para ello.
¿Cómo saber si tu pequeño está listo de verdad?
Una de las mejores maneras de averiguar si un niño pequeño está listo para dejar de tomar una siesta
(si parece que realmente podría ser y es bastante feliz y con energía cuando llega la hora de la siesta) es sólo intentándolo. No hay ninguna regla que diga que una vez que empiezas a ayudarlo a re-ajustar su horario de sueño, tienes que llevarlo a cabo. Si tu pequeño torbellino se ve bastante bien y sólo comienza a verse muy cansado cerca de la hora de acostarse, entonces puede que tenga razón y en realidad esté listo para dejar de tomar la siesta.
Por otro lado, si se pone irritable y está agotado a media tarde, probablemente debería recibir su siesta al día siguiente. Incluso si se mantiene lo bastante estable y no admite que está cansado, pero está mostrando otros signos de cansancio (como frotarse los ojos o actuando irritable) puede que todavía necesite un poco de sueño durante el día.
Es posible que tardes unos días en descubrir dónde se encuentran sus necesidades de sueño en este punto, y mantener un horario consistente para despertarse y acostarse puede ayudar a saber si realmente todavía necesita siestas y no sólo está reaccionando a la variedad en su horario de sueño. Esto será más fácil si el resto de su vida sigue un horario predecible también, incluyendo comidas, bocadillos, tiempo al aire libre en comparación con tiempo en interiores, así como horarios de dormir y despertarse.
Si, al final, decides que tu hijo o hija todavía tiene que dormir la siesta a pesar de que se sigue resistiendo, puede que descubras que responde mejor si se relaja gradualmente, como una versión de mediodía de la rutina que tiene para la hora de acostarse.
Cómo manejar la eliminación de una siesta
Una cosa importante a tener en cuenta cuando tu pequeño le dice adiós a la hora de la siesta es que no es todo o nada. Un niño pequeño que está listo para dejar de tomar siestas regulares podría necesitar una después de un gran día, o incluso una o dos veces por semana en días que se sienten muy pesados o abrumadores. Y si empieza a parecer que está haber eliminado la siesta no funciona para el o ella, siempre puede volver al hábito de la siesta otra vez.
Si tu bebé deja de dormir la siesta, tendrá que recuperar de alguna manera esas horas de sueño ya que es importante para todos los niños pequeños y los niños en general, pues se ha demostrado que mejora su atención, comportamiento, aprendizaje, memoria, regulación emocional, calidad de vida y salud mental y física. Una manera fácil de recuperar un poco de ese sueño es moviendo la hora de acostarse un poco antes, especialmente si se tiene que levantar a una hora específica cada mañana.
Renunciar a la hora de la siesta tampoco tiene por qué significar un día completo de acción sin parar. Convirtiendo el tiempo que solía ser para la siesta un tiempo de «descanso» regular puede ser una buena manera para que ambos se calmen y se recuperen en el medio del día. Y si resulta que tu pequeñín está lo suficientemente cansado como para tomar una siesta en algunos días, el tiempo tranquilo o el tiempo de descanso es un gran tiempo incorporado para ello.
Cuando el no querer se convierte en estar listo para parar
En cierto momento, si tu niño pequeño es lo suficientemente resistente a las siestas, no importa si todavía podría beneficiarse de un par de horas más de descanso por la tarde. La lucha por conseguir que tome las siestas deja de valer la pena. En estos casos, puede ser útil (al igual que cuando un niño pequeñoestá listo para dejar de dormir la siesta) así que adelante, mueve la hora de acostarse más temprano para compensar la diferencia. No sólo podrías usar el sueño extra, pero ¿quién sabe? Si se lo presentas a tu pequeño como una opción de que si decide no tomar la siesta de irse a dormir más temprano, quizá decida que no vale la pena el intercambio. Es una posibilidad remota, pero nunca se sabe.
Fuentes
- “American Academy of Pediatrics Supports Childhood Sleep Guidelines.” American Academy of Pediatrics. American Academy of Pediatrics, June 13 2016. Retrieved September 29 2017. https://www.aap.org/en-us/about-the-aap/aap-press-room/pages/American-Academy-of-Pediatrics-Supports-Childhood-Sleep-Guidelines.aspx.
- “Healthy Sleep Habits: How Many Hours Does Your Child Need?” Healthy Children. American Academy of Pediatrics, March 23 2017. Retrieved September 29 2017. https://www.healthychildren.org/English/healthy-living/sleep/Pages/Healthy-Sleep-Habits-How-Many-Hours-Does-Your-Child-Need.aspx.
- “Is your child ready to stop napping?” Sleep.Org. National Sleep Foundation. Retrieved September 29 2017. https://sleep.org/articles/child-ready-stop-napping/.
- “When should kids stop napping?” Sleep.Org. National Sleep Foundation. Retrieved September 29 2017. https://sleep.org/articles/kids-stop-napping/.
