Los padres y los niños que leen juntos son una parte del día que relaja y crea relaciones, pero no es sólo una actividad divertida para establecer lazos afectivos. Leer en voz alta es una de las mejores maneras de estimular el desarrollo del lenguaje de los niños y sus habilidades de prealfabetización.
Aquí hay algunas técnicas fáciles que puedes incorporar a tu rutina de lectura en voz alta y que te ayudarán a que la experiencia sea lo más enriquecedora posible.
Haz que tu hijo conozca las partes de un libro
Esto es algo que incluso los bebés empiezan a percibir. Por ejemplo, los bebés a los que se les lee eventualmente aprenden cómo sostener un libro y hojear sus páginas. Con niños un poco más grandes, puedes empezar a señalar la portada del libro, el título y la diferencia entre las imágenes y las palabras. Al final, una proclamación de «Fin» ayuda a reforzar la conciencia de los diversos componentes del libro.
Señala el texto mientras lees
El simple hecho de señalar las palabras mientras lees en voz alta llama la atención de tu hijo sobre el hecho de que las palabras que estás diciendo están motivadas por el texto de la página. Este es el comienzo de vincular las palabras escritas y las palabras habladas, un componente fundamental de la conciencia impresa y, en última instancia, de la alfabetización.
Selecciona textos repetitivos
Los libros que siguen un patrón repetido y predecible son excelentes para los niños pequeños porque pueden aprender rápidamente y recordar lo que viene después en la historia. Incluso pueden ayudarte a «leer». Haz una pausa mientras lees para que puedan llenar los espacios en blanco. Por ejemplo, enOso pardo, oso pardo, ¿qué ves?podrías decir: «Veo un…» y permitir que tu hijo responda. De esta manera, los niños se comprometen con el cuento e interiorizan la idea de que son participantes activos en la lectura. El sentimiento de logro que está ligado a la lectura también fortalece la conexión de los sentimientos positivos con la lectura, un vínculo emocional que ayudará a los niños a convertirse en amantes de los libros de por vida.
Fomentar la atención conjunta
Padres e hijos sentados juntos, prestando atención al mismo libro ya es un acto deatención conjuntaque se refiere a que dos partes se centran en la misma cosa. La atención conjunta es un componente crítico de las habilidades sociales emergentes y un precursor del desarrollo saludable del lenguaje. Tú puedes fomentar aún más la práctica con atención conjunta señalando los dibujos, el texto o las partes del libro y hablando sobre ellos, o haciéndole preguntas a tu hijo sobre ellos. Pedirle a tu pequeño que dé vuelta la página, lo cual suele ser emocionante para él, es otro ejemplo de cómo practicar la atención conjunta mientras tú lees en voz alta.
Usa las fotos
Los dibujos en los libros ilustrados permiten más oportunidades para involucrar a tu hija o hijo en el proceso de lectura y creación de significado. Pídele a tu hija que señale los objetos a los que se hace referencia en el texto, o pídele que describa lo que ve en las fotos. Una manera de ayudar a los niños a aprender vocabulario nuevo es pedirles primero que señalen lapalapor ejemplo. Después de unas cuantas sesiones donde tú nombras el objeto y haces que lo encuentren, trata de señalarlo y pídele que lo nombren. Para reforzar aún más estas nuevas palabras, e incluso las historias, busca paralelismos en tu vida diaria y menciónalos a tu pequeño. Esto ayuda a conectar el mundo del libro con el mundo exterior y sienta las bases para entretejer en lo cotidiano lo que se extrae de la literatura.
Al conocer y practicar maneras específicas en que la lectura en voz alta fomenta el desarrollo del lenguaje, los padres pueden elevar una actividad divertida a una rica experiencia de aprendizaje y hacerlo sin sacrificar nada de la alegría que se encuentra al compartir un buen libro.
Sobre el autor:
Shifrah vive en Tallahassee, FL con su esposo, cuatro hijos, dos gatos y un perro. En medio de la maternidad y la escritura, disfruta de la lectura, la fotografía de estilo de vida, la costura, ir a la playa y documentarlo todo en álbumes de recortes de bolsillo. Bebe su café negro.