«¿Le agrado a mi bebé?» Conocer a tu nuevo bebé puede ser mucho más angustioso que cualquier cita a ciegas, especialmente porque tu bebé no es muy bueno hablando sobres sus sentimientos todavía. Los nuevos padres que no están relacionados genéticamente con sus nuevos bebés pueden sentirse aún más nerviosos al tratar de establecer un vínculo afectivo adecuado con el miembro más reciente de la familia. Pero tú y tu pequeño tienen mucho tiempo para crear vínculos – estas primeras semanas son sólo los primeros pasos en un proceso que continuará durante el resto de sus vidas como familia.
Las ideas de este artículo se dirigen específicamente a las familias en las que uno de los padres está relacionado genéticamente con su nuevo hijo y el otro no, pero el proceso de establecer lazos afectivos con un bebé que no está relacionado genéticamente con ninguno de los dos padres sigue los mismos pasos de cuidado y construcción de confianza, por lo que los padres que han adoptado también pueden encontrar útil el segundo conjunto de consejos.
Preparando el escenario
Todo lo que realmente necesitas para crear un vínculo con tu tesoro es, bueno, tú y tu tesoro, pero hay algunas cosas que puedes hacer para preparar el ambiente, para que así sepas que estás haciendo que sea un poco más fácil que los dos se conozcan.
- Tómate tu tiempo:Especialmente en las parejas en las que uno de los miembros de la pareja acaba de dar a luz, es más probable que uno de los progenitores se tome más tiempo libre para el permiso parental, ya que alguien que acaba de dar a luz necesita tiempo para recuperarse del trabajo de parto y del parto, así como tiempo para adaptarse al cuidado de un recién nacido. Sin embargo, en los primeros días de la vida de tu bebé, ser una parte práctica de su alimentación, sus horas de dormir y sus rutinas de baño tanto como sea posible es una de las mayores maneras de establecer un vínculo con él o ella. Por lo tanto, si es posible que ambos padres se tomen un tiempo libre o que ambos vuelvan a trabajar a tiempo parcial, esto puede permitir que el cuidado primario se comparta tanto como sea posible en las primeras etapas de la vida del bebé y puede ayudar a evitar que uno de los padres se sienta menos unido a la vida de su hijo que el otro.
- Hablemos de ello:Tú y tu pareja probablemente han discutido cualquier inseguridad que pudieran tener sobre los detalles de su relación con su bebé, comenzando mucho antes de que este llegara a sus vidas, pero es natural que sus perspectivas cambien un poco a medida que empiezas a conocer a tu bebé de verdad. Incluso si se siente repetitivo o incómodo decirle a tu pareja que te sientes diferente sobre algo de lo que sentías antes de que el bebé naciera. El tener algunas de las mismas conversaciones una y otra vez, sobre cosas como compartir el cuidado del bebé, los títulos de los padres, o la manera en que hablarán sobre cómo se formó su familia en público, puede ser de mucha ayuda. Si tienes la oportunidad, hablar con otras parejas que concibieron bebés de la misma manera que tú lo hiciste, también puede ser una excelente manera de obtener perspectiva y consejos.
- Mantén la perspectiva:Si, por ejemplo, uno de los padres está amamantando al bebé o sólo uno de los padres sabe el truco de cómo calmarlo cuando tiene cólicos, los lazos afectivos tempranos pueden parecer desiguales, y no siempre hay una manera fácil de remediarlos, además de tratar de obtener tiempo extra de calidad. Si surge algo como esto, es importante tener en cuenta el hecho de que su aguacatito está creciendo cada día. La lactancia materna, por ejemplo, no dura para siempre. Ni tampoco los cólicos, ni las noches de insomnio, ni ningún sentido que pueda tener su bebé sobre con quién está o no genéticamente relacionado. De hecho, pasarán años antes de que su bolita de amor tenga alguna idea de lo que son los genes, y para entonces, tendrás años de primeras palabras y dientes sueltos, virus estomacales y vacaciones de verano que los unirán.
Cuando tu bebé está en tus brazos
En términos de consejos prácticos sobre cómo establecer vínculos afectivos, tu pequeñín no es un gran conversador todavía, así que tendrás que depender en gran medida del lenguaje corporal, pero pasar algún tiempo en contacto directo piel a piel, para que tu bebé pueda oler tu piel y sentir tus latidos es un buen punto de partida. Y asegurate de que tengas la oportunidad de alimentarlo regularmente si es posible, también te dará una ventaja para formar asociaciones positivas significativas contigo. El contacto visual también puede acelerar el establecimiento de lazos afectivos, al igual que hablar y cantarle le ayudará a familiarizarse con tu voz, hasta que finalmente tu bebé se sienta incluso confortado con ella y también estimula su cerebro.