A veces, pienso en los viejos tiempos. Los días en los que podíamos entrar en una tienda y no tener que preocuparnos por traer una silla de auto o un cochecito. Los días en los que podíamos decidir ir a una cita en el último momento y no tener que encontrar un lugar acogedor para los niños o una niñera. Y no puedo hablar de los buenos viejos tiempos sin pensar en cómo podríamos dormir y jugar sin cronometrar nuestras vidas alrededor de nuestro pequeño hijo. Di muchas cosas por sentada.
La transición de estar sin hijos a la crianza afecta a muchas áreas de las relaciones, pero nuestra intimidad fue la más afectada. No lo hemos resuelto todo, pero estamos haciendo todo lo posible para fortalecer nuestra relación romántica. He aprendido que aunque la intimidad requiere esfuerzo, vale la pena trabajarla.A continuación se presentan algunas maneras de priorizar la intimidad cuando se tiene hijos pequeños.
Programarlo
Lo sé, lo sé. Esto suena súper aburrido, pero no tiene por qué serlo. Aunque hemos estado holgazaneando últimamente, nos ha funcionado.
Pre-programar el tiempo de las parejas puede ser lo suficientemente tonto como para que se vuelva divertido. La anticipación y la emoción que conlleva el saber que es casi la hora de salir con tu pareja puede ser la mejor parte.
Nada le permite a tu pareja saber que los disfrutas y que vale la pena priorizarlos, como hacerlos una parte consistente de su horario.
Esperar diferencias
Recuerda, los niños cambian las cosas. La forma en que se experimentaba esa intimidad antes de que tuvieras hijos podría ser un completo 180 de cómo es ahora. Y eso puede requerir que cambies tus expectativas.
El hecho de que estés cansado y no tengas la energía para hacer todas las cosas que hacías antes no significa que no puedas continuar desarrollando tu relación. Su rapidito de la tarde puede ser reemplazado por películas familiares y abrazos. Ejemplos de otras citas que son geniales cuando usted es padre son los juegos de mesa, ir a caminar juntos, o incluso simplemente reírse y hablar de su hijo. Es diferente, pero no tiene por qué ser malo.
Acepta el cambio
Tendrás que hacer ajustes en tu rutina de intimidad, pero recuerda que no hay nada malo en eso. Tener una relación con la capacidad de adaptarse a varias etapas es algo bueno. Recuerda que esta fase no durará para siempre, pero no olvides que es una parte esencial de tu viaje de relación.
No tienes que ver los cambios que ocurrieron en tu estilo de intimidad como algo negativo. Es importante aceptar este cambio y entender que las relaciones no son estáticas y que pueden desarrollarse de muchas maneras. Aprenderás cosas sobre tu pareja que no habías aprendido antes. Haz preguntas y utiliza este tiempo para ambos conocerse mejor.
Los niños cambian las familias, pero también las crean. Disponte a aceptar lo bueno con lo malo – hay mucho que vale la pena celebrar. Amoldate a la situación y encuentra nuevas formas de apreciar a tu pareja.
Sobre el autor: Rochaun Meadows-Fernandez es una escritora que se especializa en sociología, salud y paternidad. Su trabajo ha aparecido en Healthline, Yes! Magazine, HuffPost, Allure y muchas otras publicaciones. Síguela enFacebook, Twitter o míralasitio.