Justo cuando pensabas que el sueño del recién nacido era de lo peor, entra tu hijo de dos años y su furiosa batalla contra el descanso. Si te encuentras llenando tu taza de café una o dos veces por la mañana, no estás sola.
Los niños pequeños y los problemas de sueño tienden a ir de la mano. Los niños de esta edad se están volviendo más independientes y también más imaginativos. Esto puede llevar a más protestas a la hora de acostarse y también a nuevos temores.
He aquí una lista de problemas comunes del sueño y algunos consejos sobre cómo superarlos.
Prolongar la hora de acostarse
«¡Una historia más!»
«¿Un poco más de agua?»
«No estoy cansado.»
Si esto suena a tu rutina nocturna, tu bebé ha descubierto una táctica popular entre los niños pequeños: prolongar la hora de acostarse. Esto lo hace, por supuesto, porque prefiere quedarse despierto contigo que irse a dormir; después de todo, dormir no es divertido, y jugar contigo es divino. Para cortar esto de raíz, sé firme con tu bebé y no se cedas a ese cuento o canción extra para dormir. Cuanto más consiga de ti, más te pedirá.
Evitar las siestas
Algunos niños ya no necesitarán la siesta de la tarde este año, mientras que otros pueden seguir necesitando una siesta durante los años venideros – pero los niños que quieren evitar dormir una siesta no siempre son los que están listos para hacerlo. Si tu bebé está comenzando a dejar de dormir su siesta, observa su comportamiento en los días que permanece despierto. Si está muy malhumorado y cansado al final del día, lo más probable es que todavía necesite ese bloque de sueño en la tarde. Sin embargo, si está lleno de energía y listo para dormir temprano en la noche, puedes seguir ese horario, siempre y cuando esté recuperando las horas perdidas en la noche.
Temer a la oscuridad
Los niños pequeños tienen una imaginación activa, y esta es la edad en la que tu bebé puede empezar a tener miedo de cosas nuevas, como un monstruo en el armario o una sombra en la pared. Puedes ayudar a calmar sus temores mostrándole cómo se ve la habitación con las luces encendidas y prometiéndole que la habitación es segura. También puedes optar por ofrecerle una luz nocturna, para que no tenga que dormirse en la oscuridad total.
Salir de la cama
Para muchos padres, una de las mayores barreras entre ellos y una buena noche de sueño es encontrar a su hijo pequeño subiéndose a la cama con ellos, lo cual puede convertirse rápidamente en una rutina. Esta es una parte común en la transición de la cuna a la cama de «niño grande», cuando los pequeños se dan cuenta que son capaces de levantarse de la cama y moverse. Para evitar que esto se convierta en un hábito, camina tranquila y silenciosamente con él de regreso a su propia habitación por la noche y mételo de nuevo en su cama.
Levantarse temprano
Al igual que los adultos, unos niños pequeños duermen hasta tarde mientras que otros se levantan temprano. Si tu bebé se despierta antes de lo que prefieres, pero a una hora razonable, es posible que tengas que ajustarte a su horario. Sin embargo, si se levanta antes que el sol, trata de pensar en lo que podría estar causándolo. Por ejemplo, si un vecino ruidoso que sale para el trabajo está despertando a tu bebé antes de que esté listo, trata de colocar una máquina de sonido en el cuarto. Si ese primer rayo de sol le hace salir de la cama, trata de mantener la habitación oscura con cortinas para dar la ilusión de que todavía es de noche.