Tu bebé comenzó a desarrollar su sentido del humor de pequeño, a sorprenderse mientras jugaba a las escondidas o a reírse cuando le soplabas en la barriga. A medida que crece, su idea de lo que es gracioso va a evolucionar. Aparte del humor físico, tu bebé está comenzando a entender que las palabras pueden hacer ciertas cosas divertidas también.
Tu nuevo comediante puede aprender un chiste un día y contarlo repetidas veces durante bastante tiempo. Esto puede ser desconcertante ya que tiene la habilidad de memorizar muchos chistes pero tiende a gravitar hacia el mismo chiste diez veces al día, y contárselo a cualquiera que lo escuche.
Hay algunas razones por las que tu bebé puede volverse repetitivo al contar chistes.
- Las reacciones anticipadas: Los chistes de niños pequeños son adorables, e incluso los extraños se divierten escuchando a los chiquitos decir chistes de Pepito. Una de las razones por las que tu bebé repite el mismo chiste una y otra vez es porque sabe cuál será la reacción: una risa escandalosa.
- Está memorizado: Incluso los adultos tienen una broma favorita que hacen porque han perfeccionado la manera en que lo cuentan. En este sentido, tu hijo no es diferente. No tiene ninguna razón para aprender toda una gama de chistes, porque para él, contar su chiste todo el día no es aburrido – es el que mejor conoce, y está dispuesto a hacerlo una y otra vez.
- Lenguaje en evolución: Las cosas físicas siguen siendo divertidas para tu bebé, pero a medida que empieza a entender y a desarrollar más lenguaje, no sólo está aprendiendo a hablar correctamente, sino que también está empezando a entender lo que es una tontería. Las palabras que riman, los objetos que están muy fuera de lugar, y otros sonidos y comparaciones inesperadas son muy divertidos para tu bebé en esta etapa. Ahora que puede repetir y visualizar el escenario en el chiste, no hay nada que le impida compartirlo con el mundo.
Un sentido del humor bien desarrollado es un gran rasgo, y animar a tu bebé a continuar su misión de hacer reír a la gente puede ayudar a reforzar la idea de que el lenguaje puede ser divertido. Aunque la misma broma repetida puede llegar a ser un poco menos divertida para los adultos con el paso del tiempo, si no lo demuestras y le das esa gran sonrisa cada vez que termina el chiste, lo animarás a que siga desarrollando su sentido del humor. Explora chistes nuevos con tu bebé y, antes de que te des cuenta, tendrá muchos más que añadir al repertorio – y tal vez le dé un poco de descanso al viejo.