Cada padre quiere que su hijo coma una dieta saludable, pero cuando lo más cercano a la fruta que tu niño pequeño tocará es un paquete de gomitas, es posible que te preguntes cómo puedes incorporar alimentos nutritivos en su dieta.
Incluso los bebés que solían terminarse todo el frasco de puré de verduras pueden convertirse en niños muy quisquillosos. Esto es a menudo el resultado de querer más control en general, y de haber probado una mayor variedad de alimentos que simplemente saben mejor. Pero el haber dicho que no quiso cierta comida una vez no significa que tengas que quitarla del menú para siempre. Los pequeños pueden cambiar, y el niño quisquilloso de hoy podría ser el experto gastronómico del mañana. He aquí algunos consejos para reintroducir alimentos sin batallar en la comida.
- Ponlo en la mesa: Si a tu bebé le gustaban las verduras, pero ahora solo quiere patatas fritas, probablemente estés tratando de averiguar cómo volver a incluirlas en su dieta. En lugar de ponerlas al lado del alimento que sabes que comerá, trata de ponerlo en su plato desde antes. Una selección de verduras puede que no sea lo que tu bebé esté esperando, pero puede que tenga la tentación de coger unos cuantos pepinos o tomates para mordisquear si esa es su única opción en la mesa antes de empezar a comer.
- Hazlo emocionante: Afrontémoslo: las verduras al vapor pueden ser un poco aburridas. Anima las comidas aburridas con algo extra como un poco de mantequilla en el brócoli, o un poco de aderezo para las zanahorias crudas. Si te sientes súper motivada, intenta hacer un «arcoíris» de frutas o verduras en el plato para que parezca más atractivo.
- Quita la presión: Muchos padres se esforzarán mucho por obligar a su hijo pequeño a tomar «sólo un bocado» de un alimento. Otra táctica común es decirle al niño que debe probar una pieza si quiere hacer algo más tarde, como ver la televisión. Estas estrategias pueden funcionar en el momento, pero no resuelven el problema a largo plazo de reintroducir un alimento para que tu bebé lo coma regularmente. En vez de eso, no comentes nada sobre lo que está frente a él, y déjalo explorar por su cuenta.
- Sigue intentándolo: La mayoría de las veces se necesita una exposición repetida a un alimento antes de que tu bebé lo acepte, así que no te dés por vencida demasiado pronto. Sigue poniendo alimentos saludables en la mesa y no te desanimes si no los consume de inmediato. Puede tomarle a un niño pequeño 10 o más exposiciones a un alimento antes de que lo pruebe, lo cual puede tomar varios meses, dependiendo de la frecuencia con la que lo sirvas.
La verdad es que tu bebé tendrá sus preferencias, y habrá algunos alimentos que simplemente no le interesen, a pesar de tus intentos y tu persistencia. Esto es normal, y una comida que realmente no le gusta no debería ser forzada. Mientras siga probando nuevos alimentos con los métodos anteriores, está bien dejar ir las fresas por ahora. No son la mermelada de todos.