Los pequeños aprenden mucho todos los días simplemente moviéndose por el mundo – estando en nuevas situaciones, expuestos a nuevas ideas y observando a las personas que los rodean. Tu chiquito aprende mucho de ti con sólo verte durante el día, y cuando está jugando con niños mayores, tu niño también aprende de ellos.
Los niños mayores pueden inspirar
Los niños mayores pueden ser modelos a seguir para los más pequeños de una manera asombrosa. Si tu chiquito ve a un niño más grande haciendo cosas que él podría estar casi listo para hacer – como construir una torre de bloques muy alta o subir por un tobogán del patio de recreo, a menudo intentará ser más atrevido y hacer lo mismo. Los niños pequeños a menudo se imponen desafíos para probar cosas nuevas porque, oye, ese niño grande lo hizo, ¡y se veía genial!
Los niños mayores pueden enseñar
Una cosa que hace que los niños mayores sean grandes maestros para los niños pequeños es que a menudo tratan de ayudar un poco – pero no demasiado. Esto le da a un niño chiquito el impulso que necesita para intentar algo difícil, y al mismo tiempo el espacio para el reto de tratar de averiguar cómo hacer las cosas por sí mismo. Y debido a que los niños mayores todavía son niños, a menudo les explican las cosas a los más pequeños de una manera que funciona mejor para un niño pequeño. Por ejemplo, si un niño grande necesita explicar cómo funciona cierto juguete, lo hará como alguien que ha descubierto cómo se usa ese juguete recientemente.
Puede llevar a un juego realmente creativo
Cuando los niños grandes juegan con niños pequeños, a menudo hay menos competencia que cuando dos niños de la misma edad juegan juntos. Y hay otra dinámica interesante en la mezcla que no siempre se ve cuando ese mismo niño grande o ese mismo niño pequeño se involucra en juegos con compañeros de su propia edad. Una vez más, puede llevar a los pequeños a ser desafiados a participar en algunos comportamientos nuevos y aprender del grande y llevar a los niños mayores a enseñar a los más pequeños. Pero a menudo ambos niños se enfrentan al reto de comprometerse entre sí de algunas maneras realmente interesantes -encontrarse en el medio, por ejemplo- en términos de qué tipo de juego puede tener lugar. Y los niños mayores también pueden participar en actividades mucho más tontas de lo que lo harían normalmente con un compañero, ¡lo cual es súper divertido para todos los involucrados!
Algunas preocupaciones de seguridad que debes tener en cuenta
Los juegos de distintas edades pueden ser una gran experiencia para los niños más grandes y más pequeños. Fomenta la compasión y habilidades importantes de enseñanza y crianza, y da a los niños mayores la oportunidad de aprender más sobre el mundo al explicar sus complejidades a los más pequeños. Pero también hay algunas preocupaciones de seguridad que querrás tener en cuenta cuando un niño pequeño juega con niños grandes.
Los niños mayores pueden ser maestros fantásticos, pero siguen siendo niños y es posible que no estén conscientes de las preocupaciones de seguridad de la misma manera que lo estaría un padre. Por ejemplo, podrían no darse cuenta de que un niño pequeño está jugando con partes de juguetes que son demasiado pequeñas, o que un niño chiquito podría resultar herido si intenta el mismo salto que un niño mayor maneja sin problemas desde la parte superior de un juego en el patio de recreo.
Los niños pequeños también están aprendiendo lecciones importantes como cómo compartir, y cómo reconocer y regular sus sentimientos, lo que significa tratar a los demás con amabilidad, y cómo no actuar agresivamente si se molestan. No es raro que los niños pequeños que están aprendiendo estas importantes lecciones arremetan contra un compañero de juegos que temen que se haya llevado su juguete favorito, o que simplemente sean más duros de lo necesario porque piensan que es divertido. Los niños grandes no siempre saben cómo manejar este tipo de comportamiento no socializado, y aunque es una buena manera para que los niños más pequeños aprendan a socializar, puede ser una buena idea mantener un ojo en las interacciones, para asegurarse de que nadie pierda los estribos.
Cuando tu chiquito está jugando con niños grandes, siempre es buena idea manejar la situación de la misma manera que lo harías si estuviera jugando con otro pequeño de su propia edad – manténte cerca, observa el juego, y participa si es necesario. Si surge un conflicto, no es necesario que te metas de inmediato, ve si los niños pueden resolver las cosas por sí mismos. Pero si hay un problema de seguridad, debes estar lo suficientemente cerca para poder intervenir y prevenir accidentes innecesarios. Y si ves cualquier comportamiento no ideal en juego, como, por ejemplo, si tu niño decide arañar a su compañero al enfadarse, puedes intervenir, modelar lo que significa compartir, hablar de sus sentimientos, y recordarle qué tipo de comportamiento es apropiado cuando se siente molesto y qué es lo que no está bien.
Con un poco de tu ayuda, tu peque es más que capaz de disfrutar de un tiempo de juego de calidad con muchos buenos amigos – ¡de todas las edades!
Fuentes
- Peter Gray. “The Value of Age-Mixed Play.” Education Week. Editorial Projects in Education, April 15 2008. Retrieved January 4 2017. https://www.edweek.org/ew/articles/2008/04/16/33gray_ep.h27.html.
- Peter Gray. “Why We Should Stop Segregating Children by Age: Part I.” Psychology Today. Psychology Today, September 9, 2008. Retrieved January 4 2017. https://www.psychologytoday.com/blog/freedom-learn/200809/why-we-should-stop-segregating-children-age-part-i.
- Peter Gray. “Why We Should Stop Segregating Children by Age: Part II.” Psychology Today. Psychology Today, September 17, 2008. Retrieved January 4 2017. https://www.psychologytoday.com/blog/freedom-learn/200809/why-we-should-stop-segregating-children-age-part-ii.
- Peter Gray. “Why We Should Stop Segregating Children by Age: Part I.” Psychology Today. Psychology Today, September 24, 2008. Retrieved January 4 2017. https://www.psychologytoday.com/blog/freedom-learn/200809/why-we-should-stop-segregating-children-age-part-iii.
- Lilian G. Katz, Demetra Evangelou, Jeanette Allison Hartman. The Case for Mixed-Age Grouping in Early Education. National Association for the Education of Young Children, 1990. Print.