Los beneficios del juego al aire libre son inconmensurables. No hay nada como salir al exterior y estar expuesto a experiencias que no se encuentran en interiores. Para los niños pequeños, salir de casa también es una buena manera de hacer algo de actividad física, que es importante para consumir parte de esa energía ilimitada y para mantenerse saludables.
Sin embargo, si tu bebé es como muchos niños pequeños, puede que prefiera quedarse en casa para jugar. Después de todo, ya sabe qué puede esperar en casa, y tiene más control sobre su medio ambiente adentro que afuera. Tu pequeño también sabe que salir al aire libre significa dejar atrás sus juguetes y aparatos electrónicos favoritos, lo que puede contribuir a la batalla.
Estos son algunos consejos para convertir a tu resistente chiquitín en amante de la naturaleza en sólo unos pocos pasos.
- Planea algo divertido: Para empezar, planea una divertida aventura al aire libre para que tu pequeño se entusiasme por salir. Esto podría ser un picnic en el parque, un viaje a la playa, o algo más que sientas que le gustaría o que sea parte de sus intereses. Sacarlo al exterior es el primer paso para disfrutar de la naturaleza, aunque puede que sea necesario convencerlo.
- Estructúralo como un juego: Los niños pequeños a menudo quieren quedarse en casa porque no quieren dejar de jugar, así que recuérdale que el tiempo de juego continuará – simplemente en un lugar diferente. En el parque, puedes empezar por hacer algo que disfruta en casa, como jugar con una pelota o colorear con tiza en lugar de crayones.
- Considera su comodidad: Al salir al exterior, asegúrate de que estás preparada para el clima. Si tu chiquito tiene demasiado calor o demasiado frío, es menos probable que le dé una oportunidad. Prepararse cuidadosamente para la aventura, ya sea vistiéndose en capas o simplemente usando un par de zapatos cómodos, puede ayudar a prevenir posibles quejas.
- Sé un buen modelo a seguir: Si estás disfrutando tu tiempo en la naturaleza, es más probable que tu pequeñito siga tu ejemplo. Asegúrate de mostrarle lo bien que te lo estás pasando, y hablar de lo divertida que será la próxima aventura. Tu chiquito se alimentará de tu buena energía.
- Hazlo parte de tu rutina: A medida que se sienta más cómodo al aire libre, mantén el ritmo de sacarlo a divertirse incorporando estas aventuras a su rutina. Esto podría ser una caminata matutina cada día, o una visita al parque por la tarde cada semana. Cuanto más a menudo salgas al exterior, más podrá disfrutar tu chiquito de todo lo que la naturaleza tiene que ofrecer.
Hay un millón de maneras de disfrutar pasando tiempo al aire libre, pero el primer paso es ¡salir por la puerta con tu bebé!