No importa el tanque lleno de peces o la sala de espera llena de juguetes. A pesar del esfuerzo del personal por hacer que el consultorio se vea atractivo, ocho de cada diez niños pequeños estarían de acuerdo: ir al médico puede ser algo bastante aterrador.
Hay muchas razones por las que tu bebé puede sentirse aprensivo cuando se trata de un viaje al médico. Para empezar, la oficina está llena de vistas y sonidos que tu bebé no ve ni oye a menudo, así como un número de extraños que interactúan con él durante toda la cita. A medida que se hace mayor, también puede empezar a recordar haber tenido experiencias poco divertidas en citas anteriores, como sentirse enfermo o el dolor de haber recibido una inyección. Si a estos factores se suman los largos tiempos de espera, no es de extrañar que la visita al médico pueda ser una salida estresante para un niño pequeño.
Aunque las visitas al médico pueden ser intimidantes, también son esenciales para mantener la salud de tu bebé. Aquí hay algunos consejos para ayudarle sentirse más a gusto durante su próxima cita médica.
- Consigue un kit de médico de juguete:¿Qué mejor manera de hacer que el consultorio del doctor parezca más divertido que a través del juego? Estos kits vienen equipados con todo tipo de accesorios: manguitos para la presión sanguínea, estetoscopios, jeringas, termómetros y vendas para curar los rasponcitos. Deja que tu bebé practique dándote un chequeo para conseguir que esté más familiarizado con las herramientas que se utilizarán en su propia cita.
- Hablemos de lo que se puede esperar:
Si estás jugando con tu bebé con un kit médico, asegúrate de señalar lo que hace cada objeto mientras juegan. Déjale saber que el estetoscopio comprueba si su corazón suena bien y fuerte, por ejemplo, y deja que te administre una inyección. Es importante darle una idea realista de lo que se puede esperar, también, así que resiste el impulso de decirle que «no dolió ni un poquito». En vez de eso, di que se sintió como un pequeño pellizco, pero que terminó antes de que te dieras cuenta. Si no sigues la ruta en la que representa una visita al médico, repasa lo que será la visita con tu bebé antes de ir, así que sabrá qué esperar. - Libros y más:Hay muchos libros sobre cómo ir al médico que están orientados específicamente a los niños, así como programas de televisión que pueden ayudar a tu bebé a aprende qué esperar. Buscar materiales con sus personaje preferidos, si es posible, puede ayudar a mantener su interés. Ver a Elmo en el médico, por ejemplo, ¡podría ayudar a tu bebé entender que también puede hacerlo!
- Trae un artículo de seguridad:La preparación previa a la visita no es la única manera de ayudar a asegurar que la cita sea un éxito – también puede ayudar a tu bebé a sentirse más cómodos mientras están allí. No hay duda de que eres la mayor fuente de tranquilidad, pero traer un peluche o una manta que le sea familiar también puede ayudarle a sentirse seguro. Ofrécele dejarle sostenerlo durante la cita, y que se acurruque de nuevo después para recuperar la sensación de relajación.