Al igual que con las comidas, cuando se trata de dormir, los niños pequeños tienen tanques más pequeños para recargarse de energía, y terminan con la necesidad de recargarse un poco más a menudo a diferencia de lo que podría un adulto. Tu bebé puede no estar durmiendo al compás del reloj, o alimentándose cada par de horas, pero el bocadillo ocasional, y la siesta ocasional, son partes importantes que lo mantienen en marcha. Las siestas son una parte importante del día de tu bebé, por lo que no es fácil tratar si, algún día, el/ella decide que la siesta es su enemigo, y no quiere tomarla.
¿Por qué sucede?
Cuando se trata de los detalles, hay probablemente muchas razones para que un niño rechace una siesta: Debes mirar con más detalle, y es que, el/ella ya es un(a) niño(a) grande ahora, y no querrá tomar una siesta si sus padres no van a tomar su siesta también; además si a eso le sumas el hecho de que tu primo de más edad, te dice que las siestas son para los bebés.
Sin embargo, generalmente, hay algunos motivos comunes por los que los niños no quieran tomar una siesta. Los grandes motivos incluyen, lo interesante que es el mundo cuando tu niño(a) está despierto, la posibilidad de ansiedad de separación, si el/ella no quiere estar despierto y lejos de ti para tomar una siesta, o que pueda estar iniciando su independencia diciendo que no, y allí es cuando ni siquiera la misma siesta es realmente el problema.
¿Que puedo hacer para ayudar?
Tu y tu niño(a) están en el punto donde las siestas probablemente van a seguir disminuyendo, especialmente si tienes un fan de las siestas, pero hay algunas maneras que pueden ayudarte a estimular el tiempo de su siesta para que dure un poco más.
- Rutina: Siguiendo los mismos pasos antes de la hora de la siesta todos los días, y dejando que esos pasos resuenen en su rutina a la hora de dormir por la noche tanto como sea posible, puede ayudar a fomentar la somnolencia, especialmente en los niños que ya están cansados, a pesar de que resistan.
- Flexibilidad: Por otro lado, los niños pequeños están en un estado de crecimiento constante, que es posible que las necesidades de sueño de su pequeño estén evolucionando. Si el/ella parece no estar lo suficientemente cansado para tomar una siesta en su hora habitual, podría ser que ya está listo para hacer la transición a una siesta más corta o más tarde.
- Tiempo: Planificar su día de manera que haya suficiente tiempo para una diversión activa y luego, una actividad más tranquila antes del tiempo de la siesta, podría ayudar a fomentar el estado de ánimo adecuado para una siesta.
- Ambiente: Incluso los niños pequeños que no toman una siesta, necesitan un poco de tiempo para relajarse. Si crees que podría ayudar a que el tiempo de la siesta se convierta en una lucha por el poder, convirtiendo ese tiempo en «tiempo de silencio» y dejando que el/ella tome un libro de imágenes o un juguete suave para descansar, puede ofrecerle muchos de los mismos efectos y a veces, incluso, convencerlo a tener un poco de sueño astutamente.
Fuentes
- «Getting Your Baby to Sleep.» HealthyChildren.org. American Academy of Pediatrics, Nov 21 2015. Web.