Si acabas de ver el calendario de vacunas del primer año de tu criatura, es posible que quieras saber más sobre contra qué protegen exactamente esas vacunas. Dado que las vacunas han sido una herramienta tan poderosa para erradicar, disminuir y prevenir algunas enfermedades importantes, muchas de las cuales no han existido durante una generación, puede ser difícil saber la gravedad de las mismas. Estas son algunas de las vacunas más comunes que se administran en la infancia y las enfermedades contra las que protegen
La vacuna DTaP protege contra la difteria, el tétanos y la tos ferina acelular. Todas estas enfermedades se transmiten por bacterias. La difteria causa dolor de garganta, fiebre, debilidad e inflamación de los ganglios y puede provocar graves complicaciones cardíacas. El tétanos causa fiebre, espasmos musculares y rigidez, y puede provocar fracturas de huesos y complicaciones respiratorias graves. La tos ferina, o tos convulsiva, provoca fuertes ataques de tos prolongados, problemas para respirar y puede provocar neumonía (infección pulmonar) y otras complicaciones graves. Los casos graves de estas enfermedades pueden provocar la muerte.
La vacuna HepA protege contra la hepatitis A. La hepatitis A es una enfermedad del hígado que se transmite por contacto personal o por agua o alimentos contaminados. Puede haber síntomas como fiebre, debilidad y vómitos, o no tenerlos. La hepatitis A puede causar problemas de hígado, riñón o páncreas, dolor en las articulaciones o trastornos sanguíneos.
La vacuna HepB protege contra la hepatitis B. La hepatitis B es una forma diferente de enfermedad hepática que se transmite a través de la sangre o los fluidos corporales. Al igual que la hepatitis A, puede haber síntomas como fiebre, debilidad y vómitos, o no tenerlos. La hepatitis B puede causar ictericia, fuertes dolores de estómago e importantes complicaciones hepáticas.
La vacuna contra la influenza protege contra la gripe. La gripe suele propagarse por los Estados Unidos durante los meses más fríos a través de la tos, los estornudos y el contacto cercano. Los síntomas comunes de la gripe incluyen fiebre, dolores, fatiga, tos y dolor de garganta. Los casos graves pueden provocar neumonía.
La vacuna Hib protege contra la Haemophilus influenzae tipo B. Los gérmenes de esta enfermedad se propagan por contacto directo y por el aire, y si la bacteria entra en el torrente sanguíneo o en los pulmones puede causar meningitis bacteriana (infección en el cerebro y la médula espinal), discapacidad intelectual, problemas respiratorios, neumonía e infecciones agudas. Los casos graves pueden provocar la muerte.
La vacuna contra el poliovirus inactivado, o IPV, ayuda a proteger contra la poliomielitis. Esta enfermedad se transmite por el aire, por contacto directo o por la boca. Aunque al principio la poliomielitis puede ser asintomática o presentar síntomas leves -como fiebre, náuseas o dolor de garganta. Si no se trata, puede provocar una parálisis incapacitante o la muerte.
La vacuna triple vírica (MMR) protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola. Estas enfermedades se propagan por el aire o por contacto directo. El sarampión puede causar fiebre, sarpullido y tos. Los casos graves pueden provocar encefalitis (inflamación del cerebro), neumonía y la muerte. Las paperas pueden causar fiebre, inflamación de los ganglios y dolores. Los casos graves pueden provocar meningitis, encefalitis y sordera. La rubéola puede causar erupciones, fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos. Puede ser muy grave en las mujeres embarazadas, y puede provocar la pérdida del embarazo, el parto prematuro, el mortinato o defectos de nacimiento.
La vacuna neumocócica conjugada (PCV13) protege contra el neumococo. Aunque esta enfermedad no presenta síntomas con frecuencia, puede provocar neumonía, infección de la sangre y meningitis. Los casos graves pueden provocar la muerte.
Rotavirus (RV).Propagado por la boca, el rotavirus puede causar diarrea grave y deshidratación.
La vacuna VAR protege contra la varicela. La varicela se transmite por contacto directo y provoca erupciones y fiebre. Los casos graves pueden provocar trastornos hemorrágicos, neumonía o encefalitis.
Las vacunas son una de las herramientas más poderosas de la medicina preventiva para ayudar a mantener al bebé a salvo y protegido contra las enfermedades graves.
Fuentes
- “Immunizations.” healthychildren.org. American Academy of Pediatrics. Retrieved January 3 2020. https://www.healthychildren.org/English/safety-prevention/immunizations/Pages/default.aspx.
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- “Vaccines for your children.” Centers for Disease Control and Prevention. U.S. Department of Health and Human Services, March 18 2019. Retrieved January 3 2020. https://www.cdc.gov/vaccines/parents/index.html.