A couple hugging each other representing to how to maintain a healthy relationship.
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Mantener una relación sana requiere trabajo

Mantener relaciones sanas

Incluso las relaciones más felices, alegres y amorosas requieren trabajo y necesitan mantenimiento de vez en cuando. Los entresijos de la vida cotidiana pueden hacer que nos sintamos desconectados y distantes de nuestra pareja, lo que puede provocar conflictos.

Cómo ayudar a mantener una relación sana

Los conflictos en una relación son normales y esperables, e incluso pueden ser beneficiosos para una relación cuando son respetuosos. Aunque ninguna relación es perfecta, las relaciones sanas suelen tener una combinación de los siguientes rasgos:

Confianza

Crear confianza en una relación es de manera gradual con el tiempo y requiere un compromiso mutuo. Es una parte importante de saber que puedes ser abierto y vulnerable para compartir pensamientos, sentimientos y experiencias íntimas con tu pareja.

Cómo generar confianza

  • Se basa en la constancia de los comportamientos positivos a lo largo del tiempo. Cuando se ha roto la confianza, puede llevar tiempo sanar y volver a construir esa confianza. Acudir cuando dices que lo harás, mantener la privacidad de la información sensible, respetar los límites y ser honesto con los sentimientos son formas de ayudar a reconstruir la confianza.
  • Di lo que quieres decir y haz lo que dices.
  • Admitir los errores: nadie es perfecto y todos cometemos errores. Admitir que se ha cometido un error, asumirlo y pedir disculpas contribuye en gran medida a generar confianza.

Comunicación abierta y honesta

La comunicación es esencial en las relaciones, pero no siempre es fácil. Ser capaz de hablar de forma abierta con tu pareja sobre tus necesidades es importante y ayuda a resolver los conflictos.

Comunicarse de forma abierta

  • Al hierro candente, batirlo con calma. Es posible que hayas escuchado el dicho «A hierro candente, batirlo de repente» y aunque esto puede ser útil en otras situaciones, a menudo no se aplica a tener una conversación difícil. Las conversaciones difíciles pueden elevarse de manera rápida. Encontrar el momento adecuado en el que todos estén tranquilos y no estén distraídos, apurados o estresados puede ser útil. Considera la posibilidad de programar un tiempo para hablar si uno o ambos están en particular ocupados.
  • Habla cara a cara: el tono, el lenguaje corporal, las expresiones faciales, y otros, pueden ser difíciles de interpretar a través de los textos o el correo electrónico y, a veces, pueden malinterpretarse. Si tienes dificultades para hablar cara a cara, puede ser útil escribir lo que quieres decir mientras hablas con tu pareja para no olvidar los puntos clave que quieres exponer.
  • Evita los ataques. Utilizar declaraciones del tipo «me siento…» sin culpar o avergonzar a tu pareja puede ser útil para mantener una conversación productiva. Cuando la gente se siente atacada, se pone a la defensiva y es menos probable que participe en una conversación productiva. Por ejemplo, decir «Siento que recién estamos más desconectados» en lugar de «Siempre estás tan distante» puede dejar espacio para que tu pareja participe en la conversación de una manera diferente.
  • Sé sincera: si algo te molesta, es importante que lo compartas, aunque sea difícil. Tu pareja no puede leer tu mente, aunque tú desees que lo haga.
  • Tómate un descanso: si la conversación se vuelve demasiado acalorada, siempre puedes pedir un tiempo antes de continuar la conversación. Tomarse un tiempo para calmarse puede evitar crear más conflictos.
  • Comprueba tu lenguaje corporal: el 98 % de la comunicación es no verbal, lo que significa que no es en realidad lo que dices, sino cómo lo comunicas. Establece contacto visual, siéntate de cara a la persona, muestra seguridad e interés en lo que la otra persona tiene que decir.
  • Escucha: A menudo estamos tan ocupados formando nuestra respuesta a lo que la otra persona está diciendo que en realidad no los escuchamos. Intenta encontrar el significado de lo que te dicen. No tienes que estar de acuerdo con todo lo que dicen, pero trata de encontrar una parte de lo que dicen en la que puedas basarte.
  • Negocia: A veces, ofrecer una solución que satisfaga las necesidades de ambos puede ser útil. ¿No se te ocurre ninguna? Pregunta a la otra persona si tiene alguna idea sobre cómo pueden llegar a un acuerdo.
  • Se un disco rayado: Es fácil desviarse del camino cuando una pareja intenta sacar otros temas durante una conversación. Tener preparada una frase corta que puedas repetir cada vez que esto ocurra puede ser útil. Por ejemplo: «Podemos hablar de quién saca la basura más tarde, ahora estamos hablando de cómo podemos conectar más a menudo».
  • Utiliza la comunicación como una forma de conexión significativa: A veces la comunicación puede limitar nuestra capacidad de ser vistos o escuchados. A menudo nos dedicamos a nuestro día sin conectar de verdad con la gente. ¿Cuántas veces te has cruzado con alguien y le has preguntado «Hola, ¿cómo estás?» solo para obtener una respuesta de «estoy bien» o «bien» y te has preguntado si la otra persona estaba en realidad muy bien o más o menos? A veces, seguimos normas sociales que pueden hacer que nosotros, o la otra persona, nos sintamos poco vistos y no escuchados por los demás. Al comprobar con tu pareja cómo está de veras, le haces saber que quieres conectar con ella de una manera diferente.

Respeto mutuo y límites

Las personas que mantienen relaciones sanas son capaces de establecer límites claros y respetuosos con el otro en torno a sus propias necesidades y son capaces de respetar los límites de su pareja aunque no los entiendan o no estén de acuerdo con ellos.

Cómo ser respetuoso

  • Asume que la otra persona está haciendo lo mejor que puede con lo que tiene. Cuando se asume que la gente tiene intenciones negativas, se desplaza el lente del respeto y asumimos que la otra persona está tratando de ser irrespetuosa o hiriente de alguna manera. Si asumes que la otra persona tiene intenciones positivas y está haciendo lo mejor que puede con una situación, entonces se convierte en un problema para trabajar juntos, en lugar de separados.
  • Muestra empatía. Intenta ponerte en el lugar de tu pareja y ver la experiencia desde su punto de vista. Esto no significa que tengas que estar de acuerdo con ellos, sino que seas capaz de ver su punto de vista y cómo han llegado a una decisión o conclusión.
  • Los límites se basan en tus valores y en lo que es importante para ti. Cuando los límites no están claros, es fácil que alguien se imponga sobre esos valores sin siquiera saberlo. Ser consciente de tus límites y estar en contacto con tus emociones puede ayudarte a saber dónde están tus límites para poder comunicárselos a tu pareja.

Afecto e interés

Las relaciones sanas dependen de las muestras de afecto y del interés por la otra persona.

A veces puede ser difícil hacer el esfuerzo necesario para mantener una relación. El tiempo, la familia, el trabajo, otros compromisos, entre otros, pueden tensar las relaciones y desconectarnos de las personas que más queremos. Es importante que te tomes tiempo para priorizar tu relación y reconectar con tu pareja cuando lo necesites. Los siguientes consejos pueden ayudar a manejar con éxito los conflictos para ayudar a crecer y fortalecer tu relación.

Mantener el afecto e interés

  • Volver atrás y recordar por qué te enamoraste en primer lugar puede ser útil para disminuir la tensión en las relaciones. Intenta pensar en las cosas que tú y tu pareja solían hacer antes de que los factores de estrés cotidianos empezaran a aparecer. Haz un plan para realizar algunas de esas actividades.
  • Enviar mensajes de texto rápidos para que tu pareja sepa que estás pensando en ella durante el día.
  • Una pequeña caricia o guiño al pasar por delante de ellos.
  • El participar en pequeños actos de amor a menudo puede construir la intimidad y ayudar a la otra persona a saber que la ves y la valoras.

La clave de unas relaciones sanas es dedicar el tiempo y la energía necesarios para mantenerlas. Tú y tu pareja son responsables al 50 % de la relación, una sola persona nunca puede asumir toda la responsabilidad. Sin embargo, a veces, uno de los miembros de la pareja puede llevar una parte más pesada de la carga. Esto puede estar bien de vez en cuando, pero encontrar el equilibrio en cómo se hace esto es parte del trabajo dentro de una relación. A veces, las parejas necesitan ayuda para saber cómo gestionar este equilibrio o tienen dificultades en alguna de las áreas mencionadas. Si esto te ocurre a ti y a tu pareja, puede ser útil encontrar un terapeuta de parejas en tu zona. Muchas parejas que acuden a terapia descubren que aumenta y refuerza el vínculo que comparten. No tienes que esperar a que la relación esté al borde del desastre. Muchas parejas con relaciones sólidas acuden a terapia para asegurarse de que la relación es lo mejor posible. Los momentos de transición (como cuando una pareja está embarazada o en el posparto) son una buena oportunidad para acudir a un terapeuta para un «ajuste».

Reconocer las relaciones dañinas y los recursos de emergencia

Aunque mantener relaciones saludables puede requerir mucho trabajo, también es importante saber cómo detectar que una relación puede pasar a ser dañína. La violencia en la pareja es un patrón de comportamiento utilizado por un miembro de la pareja para mantener el poder y el control sobre la otra en una relación íntima. Estos comportamientos pueden incluir, pero no están limitados a:

  • Utilizar con frecuencia palabras o gritos que te asusten, te amenacen, te menosprecien o te hagan sentir el rechazo.
  • Hacerte temer que te pueden herir de manera física.
  • Amenazarte con un arma para asustarte o hacerte daño.
  • Obligarte o coaccionarte para tener relaciones sexuales o controlarte o negarte el acceso a métodos anticonceptivos.
  • Si te abofetea, patea, empuja, ahorca o golpea.

Según Futures Without Violence (Futuros sin violencia), 1 de cada 4 mujeres en Estados Unidos ha sufrido violencia por parte de su pareja en algún momento de su vida. Es importante que sepas que no es tu culpa y que no estás sola. Si tú o alguien que conoces siente inseguridad en una relación, hay ayuda disponible. La Línea Nacional de Violencia Doméstica está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana por teléfono, texto o chat en vivo:

  • Para contactarlos por teléfono, llama al 1-800-799-7233.
  • Si no puedes hablar con seguridad, puedes visitar thehotline.org y hacer clic en el botón «Chatea ahora» para obtener un chat en vivo.
  • También puedes acceder a la línea de texto enviando el mensaje «LOVEIS» al 22522.

Lecturas y recursos adicionales sobre cómo mantener una relación sana

Los siete principios para hacer que el matrimonio funcione por John Gottman

El Instituto Gottman https://www.gottman.com/

Los cinco lenguajes del amor por Gary Chapman

Evaluaciones gratis sobre cómo dar y recibir amor https://www.5lovelanguages.com/

Esther Perel https://www.estherperel.com/

Fuentes

Thehotline.org – Línea Nacional de Violencia Doméstica

Loveisrespect.org

Futureswithoutviolence.org

Santuaryforfamilies.org

The Gottman Institute

One Love Foundation

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