El flujo cervical es el flujo vaginal producido por el cuello uterino que, alrededor del momento de la ovulación, ayuda a transportar los espermatozoides hasta el óvulo. El flujo cervical puede estar seco y ser casi inexistente al principio del ciclo, antes de alcanzar su punto más húmedo y elástico en la ovulación, y luego volver a estar seco cuando se acerca la menstruación.
Cómo chequear el flujo cervical
- Lávate bien las manos para prevenir la infección.
- Encuentra una posición cómoda. Muchas personas consideran que sentarse en el inodoro es una posición eficaz.
- Introduce un dedo en la vagina lo suficiente como para obtener una muestra de tu flujo cervical.
- Examina el líquido, frotándolo entre dos dedos para determinar su grosor, pegajosidad y color.
- ¡Registra las características del flujo cervical en Ovia!
Seguimiento del flujo cervical para señalar la fertilidad
A diferencia de la temperatura corporal basal, el flujo cervical no es solo un indicador de la fertilidad, sino también un promotor. El flujo cervical cambia de consistencia a lo largo del ciclo menstrual, pasando de ser seco y pegajoso a ser espeso y cremoso, y al final transparente y elástico cuando eres más fértil, antes de volver a ser seco y pegajoso si no se produce la concepción. Las personas con ciclos regulares pueden utilizar su flujo cervical para determinar mejor cuándo son más fértiles, mientras que las personas con ciclos irregulares pueden obtener una imagen más clara de la ventana fértil ciclo a ciclo mediante el seguimiento del flujo cervical en transición.