Más información sobre la diabetes tipo 1 en niños

La diabetes es un diagnóstico que cambia la vida de cualquier persona y de su familia. Cuando a un niño le diagnostican diabetes, los padres pueden sentirse abrumados. Esto es lo que hay que saber sobre la diabetes tipo 1 en niños. 

¿Cuáles son los distintos tipos de diabetes infantil?

Los dos tipos de diabetes que pueden padecer los niños son la diabetes tipo 1 (antes conocida como diabetes juvenil) y la diabetes tipo 2 (antes conocida como diabetes del adulto). Los niños tienen más probabilidades de que se les diagnostique el tipo 1, pero cada vez hay más conciencia de que los niños pueden tener el tipo 2. Ambos diagnósticos han aumentado en las dos últimas décadas, pero aquí nos centraremos en el tipo 1. 

¿Qué causa la diabetes de tipo 1?

En la diabetes de tipo 1, un órgano llamado páncreas no produce insulina. La insulina es una hormona que ayuda a la glucosa (el tipo de azúcar que utiliza el cuerpo) a entrar en las células para darles energía. La insulina funciona como una llave que abre la puerta a las células del cuerpo para que la glucosa entre en ellas. Sin insulina, demasiada glucosa permanece en la sangre. Por lo general, la cantidad de glucosa en la sangre aumenta después de comer (el nivel de azúcar en sangre sube). En respuesta, el páncreas envía insulina al torrente sanguíneo.

Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir insulina porque su sistema inmunitario ataca y destruye sus propias células pancreáticas, responsables de producir insulina. La diabetes tipo 1 se denomina enfermedad autoinmune porque el sistema inmunitario (diseñado para atacar bacterias o virus extraños) se ataca a sí mismo: en este caso, al páncreas. Los médicos y científicos aún no saben a ciencia cierta por qué esto ocurre en unos niños y no en otros, aunque hay genes que aumentan el riesgo. La diabetes tipo 1 no se puede prevenir y no está causada por lo que comen los niños ni por lo activos que sean.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la diabetes de tipo 1 en niños y adolescentes?

Cuando el páncreas deja de producir insulina, empiezan a aparecer los síntomas del tipo 1. Si no se tratan, pueden ser mortales. He aquí algunos signos y síntomas:

  • necesidad de orinar con frecuencia;
  • mojar la cama después de haber estado seco en la noche;
  • aumento de la sed y beber más de lo habitual;
  • cansancio;
  • pérdida de peso involuntaria;
  • irritabilidad o cambios de comportamiento;
  • aliento con olor a fruta.

¿Cómo se diagnostica la diabetes tipo 1?

Los proveedores de atención médica utilizan un análisis de sangre que mide la cantidad de azúcar (glucosa) en la sangre. Cuando estos resultados sean muy altos, se harán más pruebas de laboratorio. A menudo, las personas con diabetes tipo 1 están muy enfermos cuando se les diagnostica por primera vez. Es posible que necesiten pasar un tiempo en un hospital para estabilizar el estado de azúcar en la sangre y la hidratación. Esto permite a los niños recuperarse de forma segura y recibir insulina que puede salvarles la vida. También ayuda a los padres a aprender a comprobar el nivel de azúcar en la sangre de sus hijos, contar los carbohidratos de las comidas y administrarles insulina antes de llevarlos a casa. Las personas con diabetes tipo 1 necesitarán insulina todos los días, varias veces al día, durante toda su vida.

Una vez diagnosticada, lo más probable es que el proveedor de cuidados pediátricos te remita a un endocrinólogo pediátrico, un médico especialista formado para atender a niños con diabetes. Suelen formar parte de un equipo de cuidados de diabetes que puede incluir educadores en diabetes, enfermeras, enfermeras especializadas, dietistas, nutricionistas, oftalmólogos y profesionales de la salud mental.

¿Cuáles son los tratamientos para la diabetes tipo 1?

Aunque por el momento no existe cura para la diabetes, los niños que la padecen pueden llevar una vida normal. Para los padres puede ser todo un reto gestionar las necesidades nutricionales de unos niños en edad de crecimiento, que además pueden ser muy quisquillosos con la comida. Al principio puede ser difícil mantener bajo control el nivel de azúcar en la sangre debido a su rápido crecimiento, su apetito impredecible y sus niveles de energía. Cuando la diabetes está bien controlada significa que los niveles de azúcar en la sangre se mantienen relativamente constantes, sin bajar demasiado (lo que se denomina hipoglucemia) ni subir demasiado (hiperglucemia). Mantener los niveles de azúcar en la sangre cerca de lo normal la mayor parte del tiempo puede reducir de manera significativa el riesgo de muchas complicaciones a corto y largo plazo.

El objetivo del tratamiento de la diabetes es mantener el nivel de azúcar en la sangre dentro de un intervalo objetivo. El equipo de cuidados de diabetes de tu hijo o hija te comunicará el intervalo objetivo de glucemia. Este intervalo puede cambiar a medida que crece y cambia. Para tratar la diabetes de tipo 1, necesitará:

  • Recibir insulina a diario (mediante inyección o bomba de insulina).
  • Contar los carbohidratos (azúcar, almidón o fibra).
  • Llevar un dispositivo de control continuo de la glucosa o medir la glucemia con un pinchazo en el dedo varias veces al día.
  • Practicar la actividad física con regularidad.

Por lo general, medirán la glucemia antes de cada comida, a la hora de acostarse y, en ocasiones, a media noche. Sin embargo, es posible que tengas que comprobarlo más a menudo si tu hijo o hija no tiene un monitor continuo de glucosa.

¿Cuáles son los riesgos de la diabetes tipo 1 para la salud?

La diabetes de tipo 1 es una enfermedad crónica, lo que significa que tu hijo o hija vivirá con diabetes toda su vida a menos que los científicos encuentren una cura. No tratar la diabetes tipo 1 puede causar tanto riesgos para la salud a corto plazo (agudos) como problemas de salud a largo plazo (crónicos). 

A corto plazo, la diabetes tipo 1 no controlada puede provocar niveles elevados de glucosa (hiperglucemia). Los signos y síntomas de la hiperglucemia en los niños son orinar (orinar mucho), sentir sed o tener la boca seca, visión borrosa y sensación de cansancio, debilidad o náusea.

Si la insulina no lleva azúcar a las células, su cuerpo puede empezar a descomponer las grasas para obtener energía. La descomposición de las grasas produce cetonas, lo que provoca una enfermedad grave denominada cetoacidosis. La cetoacidosis debe tratarse de inmediato con insulina intravenosa (medicación a través de las venas) y líquidos en el hospital. Si este tratamiento no se recibe de inmediato, se corre el riesgo de sufrir un coma diabético. Unos niveles muy elevados de cetonas en la sangre pueden causar edema cerebral. Los niños pueden perder el conocimiento y entrar en un coma diabético que puede conducir a la muerte.

A corto plazo, si recibe demasiada insulina, es más activo de lo habitual o espera demasiado entre comidas, sus niveles de glucosa pueden bajar demasiado (lo que se denomina hipoglucemia). La hipoglucemia también puede poner en peligro la vida. Los signos más frecuentes de hipoglucemia son palidez, temblores, hambre, sudoración, dificultad para concentrarse o confusión, mareos o aturdimiento, pérdida de coordinación y dificultad para hablar. Si los niveles de glucosa son peligrosamente bajos (la bomba o el médico te indicarán el intervalo de peligro), se necesita tratamiento de inmediato. El tratamiento consiste en conseguir que coman alimentos o bebidas con alto contenido en azúcar o que tomen medicación lo antes posible.

Los niveles elevados de glucosa a lo largo del tiempo pueden dañar la salud y los sistemas orgánicos si no se controlan bien. Los adultos con diabetes tipo 1 mal controlada tienen mayores tasas de cardiopatías, infartos, enfermedades renales, ceguera, dolor de nervios crónico, problemas de piel y pies, problemas de dientes y encías y osteoporosis (adelgazamiento de los huesos). 

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo o hija con diabetes tipo 1?

Aprender todo lo que puedas sobre la diabetes te ayudará a defenderle mejor y a enseñarle a las demás personas que forman parte de su vida (maestros, abuelos, padres de amistades, entrenadores) cómo ayudarle a mantenerse seguro y sano. 

Adaptarse a un nuevo estilo de vida de citas frecuentes, recuento de carbohidratos y medicación de urgencia requiere un esfuerzo colectivo. No tienes por qué ocuparte sola. Forma un equipo de apoyo que les ayude a minimizar el estrés. Consuélate y déjate guiar por su plan de tratamiento de la diabetes, elaborado en colaboración con el equipo de cuidados de diabetes. Programar visitas periódicas con los profesionales de la diabetes le ayudará a mantenerse sano mientras crece y se convierte en adulto. Busca acceso a través de un portal para pacientes o un defensor del paciente, de modo que puedas obtener ayuda puntual cuando la necesite. Habla de las noches en vela con tu pareja para alternar las noches de sueño interrumpido.

Tu equipo de cuidados de diabetes puede remitirte a grupos de apoyo familiar para que puedas aprender de otros padres y cuidadores en una situación similar a la tuya. Tu hijo o hija también puede sentirse mejor si puede conocer a otros compañeros con diabetes. Puede ser tranquilizante para los niños al ver que no son los únicos con diabetes.

A medida que sea más independiente, puede ayudarte a aprender a responsabilizarse más del cuidado de su diabetes. Por ejemplo, los niños mayores de siete años pueden empezar a administrarse inyecciones de insulina bajo supervisión. También pueden controlarse la sangre varias veces al día, utilizando tiras reactivas y un medidor de glucosa. El control continuo y las bombas son aún más fáciles de usar y pueden configurarse para permitir la supervisión parental al tiempo que se da a los niños cierta independencia. 

Tener un hijo o hija con diabetes tipo 1 a veces puede parecer abrumador, pero no estás sola. Puede que te preocupe su seguridad, que sientas dolor por el diagnóstico o que tengas que hacer frente a las complejidades del seguro médico. Puede parecer que necesitas saberlo todo de inmediato, pero esto es del todo nuevo y lleva tiempo acostumbrarse. Date un respiro y apóyate en los que te rodean para que te ayuden. 

Fuentes

“Diabetes in Children.” healthychildren.org. American Academy of Pediatrics. December 27, 2020. https://www.healthychildren.org/English/health-issues/conditions/chronic/Pages/Diabetes.aspx

“Diabetes in Teens and Children.” MedlinePlus.MedlinePlus. August 6, 2018. https://medlineplus.gov/diabetesinchildrenandteens.html

“Type 1 diabetes in children.” John’s Hopkins Medicine. John’s Hopkins Medicine. 2022. https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/diabetes/type-1-diabetes-in-children

“Type 1 diabetes in children.” Mayo Clinic. Mayo Clinic. December 18, 2020. https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/type-1-diabetes-in-children/symptoms-causes/syc-20355306

“What is Type 1 Diabetes?” Nemours Children’s Health. Nemours. September 2021. https://kidshealth.org/en/parents/type1.html

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