Cómo decirles que tú y tu pareja se van a divorciar

El divorcio cambia la dinámica familiar, pero no tiene por qué cambiar lo queridos y apoyados que se sienten los hijos. Céntrate en la empatía y la tranquilidad cuando compartas la noticia para ayudarle a afrontar la transición. Sé sensible a su edad, desarrollo y necesidades emocionales únicas. Aquí tienes algunos consejos para decirle que te vas a divorciar. Muchas de ellas son similares a las conversaciones sobre la separación.

1. Pónganse de acuerdo

Independientemente de la tensión que haya entre tú y tu cónyuge, es importante que se muestren unidos ante los hijos. Acuerda una explicación para el divorcio antes de hablarles. Las razones deben ser sinceras, sencillas y adecuadas a la edad. Háblale con sinceridad, pero evita los detalles negativos. Si te cuesta encontrar un terreno común con tu cónyuge a la hora de hablar de esta decisión, más sencillo es mejor.

Podrías decir algo como: «Tu mamá y yo no nos llevamos bien desde hace tiempo. Hemos decidido divorciarnos, pero ambos seguiremos queriéndote y siendo tus padres». En algunos casos, los hijos pueden culparse a sí mismos de la separación, por lo que es importante dejar claro que el divorcio no es culpa suya. Los más pequeños pueden no entender lo que significa el divorcio: explícales en términos que tengan sentido para ellos.

Elige un día en el que ambos estén disponibles para hablarles. Elige un momento en el que la familia no tenga prisa ni esté agotada, como un sábado por la mañana

2. Comparte la noticia con delicadeza

Su mundo y su perspectiva están ligados de manera estrecha a tu actual estructura familiar. Al hablarle del divorcio, mantén un corazón blando respecto a su situación emocional. La noticia puede resultarles chocante. Tómate la conversación con calma y prepárate para apoyar sus sentimientos, sean cuales sean. Si las cosas se ponen emotivas, planifica un momento para retomar la conversación.

3. Asegúrales tu amor

Recuérdales que, aunque tú y tu cónyuge no siempre se lleven bien, nunca dejarán de quererse ni de quererles. Compárteles las formas en que tú y tu cónyuge seguirán demostrándoles su amor, ya sea acurrucándose para escuchar cuentos antes de dormir o llevándoles al zoológico. Cuando los niños saben que tu amor por ellos no va a cambiar, sienten más seguridad y tranquilidad. 

4. Habla de los cambios clave, pero limita los detalles

Descríbele los principales cambios en su vida diaria y semanal. Explícale dónde vivirás tú y dónde vivirá tu cónyuge y cuándo cada uno verán los niños. Cuando los niños saben qué esperar, se sienten más seguros, sobre todo en momentos de cambio.

No es necesario repasar todos los detalles ahora mismo, sobre todo en el caso de los más pequeños. Destaca los puntos principales y responde a las preguntas que te hagan. Si aún no sabes la respuesta, explícale que le mantendrás informado a medida que se tomen decisiones.

5. Evita hablar de forma negativa de tu pareja

Durante un divorcio suele haber cierta (o mucha) tensión entre los cónyuges. Pero eso no significa que los hijos tengan que estar en medio. Evita discutir o decir cosas negativas sobre tu pareja delante de tus hijos. Los conflictos pueden causar estrés y hacer que se sientan que tienen que «escoger un lado» o menospreciar al otro, cosa que no quieren hacer.

6. Deja que sean niños

Cuando los niños tienen que asumir responsabilidades y preocupaciones de adultos, esto puede obstaculizar su desarrollo personal y emocional. Sé tú quien les ofrece apoyo emocional, y no esperes que sea al revés. 

Evita las frases que les presione o responsabilice, como: «Ahora tendrás que ocuparte de la casa» o «De ti depende que tu hermano esté bien». En lugar de eso, hazles saber que siempre estarás ahí para ellos, pase lo que pase.

7. Muestra empatía

Cuando los niños disponen de un lugar seguro para hablar de sus emociones, pueden afrontar mejor el estrés y los cambios vitales. Independientemente de lo que estén experimentando (enfado, tristeza o confusión), asegúrate de validar sus sentimientos. 

Puedes ofrecer empatía con frases como: «No pasa nada por estar enfadado. Estoy aquí para ti incluso cuando te sientes frustración o dolor» y «Este cambio debe de ser muy difícil. Es muy difícil para mí también».

Al estar ahí para tu hijo o hija, sentirá confianza y seguridad. Sabrá que puede seguir acudiendo a ti en busca de apoyo, sobre todo cuando tenga dificultades.

7. Conoce su punto de vista

Los niños pueden experimentar diversas emociones cuando se enteran del divorcio de sus padres. Es probable que las emociones fluyan y refluyan en las próximas semanas. Intenta seguir su ejemplo, escucha y observa sus emociones, y apóyale en todo momento.

8. Llama a los expertos

Si observas problemas más graves, como dificultades para dormir, problemas escolares o retraimiento social, es posible que necesite más ayuda. Considera la posibilidad de contratar a un terapeuta de niños, un pediatra o un consejero escolar para que sea un recurso durante este tiempo. 

Al ayudarle a procesar el divorcio de una forma sana, le estás proporcionando capacidad de recuperación y habilidades relacionales para toda la vida.


Fuentes

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