Cómo padres pueden controlar el estrés  

Escrito por: Kristen Winiarski

Todo el mundo sufre estrés de vez en cuando, pero cuando se tienen hijos, los niveles de estrés pueden alcanzar un nuevo nivel. Las intensas emociones que conlleva darles a luz, cuidarles de bebés y criarles no solo aumentan tus sentimientos de amor, sino también tus sentimientos de frustración, lo que puede provocar estrés y agotamiento. 

La mayoría de los padres tienen que enfrentarse al agotamiento en un momento u otro, y no eres la única persona si sientes más estrés de lo normal. Por suerte, existen algunas estrategias estupendas que puedes utilizar para controlar el estrés y tu propia salud mental, de modo que puedas centrarse en estar presente para tus hijos.

Conoce tus detonantes

Un buen punto de partida es averiguar cuáles son tus factores detonantes. Puede que saltarte una comida te ponga en especial irritable, o que una mala noche de sueño te haga sentir peor de lo que en realidad estás. Averiguar la raíz de tu estrés puede ayudarte a anticiparlo y abordarlo. 

Habla de ello

Cuando me siento abrumada, les cuento a mis hijos cómo me siento. Comparto con ellos que estoy un poco irritable y necesito comer antes de jugar o que necesito sentarme unos minutos antes de llevarlos fuera. Los niños son más listos y compasivos de lo que creemos, y ayudarles a entender mis necesidades nos ayuda a todos.

Aléjate

A veces, cuando mis hijos están difíciles, necesito tomarme un minuto. Cuando mi hijo tiene una rabieta, salgo y me tomo un descanso. Calmarme me ayuda a prepararme para volver y ayudarle a calmarse. 

Respira profundo o medita

A menudo nos olvidamos de respirar. Tomarse unos minutos para concentrarse en la respiración profunda, hacer estiramientos o incorporar una práctica de meditación en tu vida diaria puede ayudarte a restablecer tu mente y tu cuerpo.

Toma descansos

Cuando te ocupas de los niños, puede parecer que estás «encendida» todo el tiempo. Mis hijos son geniales y me lo paso muy bien con ellos, pero estar en este estado es agotador. Es importante tomarse descansos y tener tiempo para uno mismo. Planificar y hacer pausas físicas y mentales te ayudará a despejarte y te proporcionará el tiempo de inactividad que te mereces. 

Céntrate en la diversión

A veces, cuando el día empieza a empeorar, hacemos una lista mental de todas las cosas que han ido mal. Tal vez los niños estaban malhumorados, no escuchaban o se peleaban mucho. Si te das cuenta de que haces esto, tómate un pequeño descanso para hacer borrón y cuenta nueva, piensa en algo bueno que haya ocurrido y céntrate en ello (aunque sea algo muy sencillo, como un abrazo con tu pequeñín).

Participa en un pasatiempo

A menudo, la crianza de los hijos puede hacer que dejemos de lado nuestros pasatiempos y las sustituyamos por los deberes domésticos, el cuidado de los niños y el (al parecer) interminable transporte a la escuela, a casa de las amistades y a las actividades extraescolares. Si has estado dejando de lado las cosas que te gustan, aquí tienes un recordatorio para encontrar el camino de vuelta a los pasatiempos que son solo para ti.

Haz ejercicio

Este punto puede ser complicado cuando no se duerme lo suficiente, pero he descubierto que sacar tiempo para hacer ejercicio me ayuda a sentirme mejor. Las endorfinas del movimiento y el compromiso de hacer algo solo para mí me ponen de mejor humor. Hacer ejercicio por la mañana me ayuda a mantener controlados los niveles de cortisol. Además, incluso si el resto del día se tuerce, me siento mejor sabiendo que esto es algo que he podido tachar de mi lista.

Pide ayuda

A muchos padres les cuesta pedir ayuda porque creen que deberían poder arreglárselas solos. Hacer malabarismos con todo es insostenible para cualquiera y no hay por qué avergonzarse de recibir la ayuda necesaria de vez en cuando. Antes de quemarte, pide a amigos y familiares que te alivien parte de la carga que estás asumiendo. 

Habla sobre ello

Tener a alguien con quien desahogarte y que entienda lo que sientes tiene un valor incalculable. Nadie entenderá lo frustrante que es como otro padre. Que validen tus sentimientos te ayudará a darte cuenta de que no eres el único que se siente como se siente. 

Habla con tu proveedor de atención médica o con un terapeuta familiar si necesitas apoyo adicional. Recuerda que no estás sola en esto.  

Todos los padres se sienten abrumados (enlace en inglés) de vez en cuando. Dedicar tiempo a uno mismo y hablar con otras personas sobre lo que se necesita contribuirá en gran medida a controlar el estrés.

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