Estar en el hospital después de dar a luz puede parecer un torbellino. Pueden pasar muchas cosas y, si es tu primera vez, tomar decisiones médicas por otra persona también puede parecer una experiencia nueva. Para reducir la sensación abrumadora, es útil conocer algunos de los medicamentos y las pruebas para recién nacidos habituales que se te ofrecerán para tu nuevo bebito.
Medicamentos y vacunas
Inmediatamente después del parto, los cuidados rutinarios de recién nacido incluyen algunos tratamientos diferentes. ¡Puede ser muy útil conocer estas recomendaciones de antemano!
Una pomada ocular antibiótica, llamada eritromicina, es un gel transparente que se pone con cuidado en cada párpado. Tiene un aspecto grasiento, pero no debería causar molestias a tu bebé. Ayuda a proteger contra una infección ocular llamada conjuntivitis neonatal que puede estar causada por muchas bacterias diferentes presentes en la vagina, o raramente en el líquido amniótico. La conjuntivitis neonatal puede causar complicaciones graves, como la ceguera, y requiere antibióticos intravenosos para tratarla. En algunos estados, es posible que no puedas firmar el rechazo de este medicamento, es obligatorio por ley.
La vitamina K es una pequeña inyección de, lo adivinaste, vitamina K. La vitamina K es esencial para la formación de coágulos sanguíneos. Después de la infancia, nuestro cuerpo desarrolla bacterias en el intestino que producen vitamina K para nosotros. Pero cuando nacen, los bebitos aún no tienen esto en su cuerpo. La inyección les protege contra las hemorragias mientras desarrollan sus propias bacterias intestinales para que se encarguen de fabricar la vitamina por ellos.
No tener suficiente vitamina K puede causar problemas de sangrado que van desde leves, como un pequeño sangrado extra después de recibir una inyección, hasta una enfermedad grave llamada hemorragia por deficiencia de vitamina K, que puede ser mortal. Muchos padres sienten curiosidad por el uso de la vitamina K oral como alternativa a la inyección. Esta es una opción, pero ya que la vitamina K en esta forma se procesa a través del sistema digestivo (en lugar de ir directo al músculo y absorberse en el torrente sanguíneo con la inyección), las dosis orales tienen que administrarse cada semana y son menos eficaces que una inyección única de la vitamina. Por lo tanto, no se suelen ofrecer ni recomendar.
La hepatitis B es la única vacuna recomendada para los recién nacidos. Forma parte de una serie de 3 dosis, que se continúa en las visitas de cuidado preventivo para niños. Si has dado positivo en la prueba de la hepatitis B durante el embarazo, la rutina para el cuidado de tu bebé será un poco diferente.
Audición, corazón e ictericia
Algunas pruebas rutinarias, como la prueba de audición, pruebas cardíacas o una prueba de bilirrubina, son breves y no invasivas. Comprobar la audición de tu bebé, la oximetría de pulso y el nivel de ictericia son cosas que puedes esperar antes de irte a casa. Si hay alguna señal de alarma en esas pruebas, el proveedor de atención médica te explicará tus opciones y los pasos a seguir (que a menudo consisten en solo volver a realizar las pruebas a una hora o un día más tarde).
Te preguntarás por qué es tan importante hacer estas pruebas en los primeros días de vida de tu bebé. Vamos a desglosarlo.
Prueba de audición
Una prueba de audición es importante porque incluso un bebé recién nacido ya está aprendiendo el lenguaje. Si su audición es deficiente (aunque solo sea en un oído), saberlo y abordarlo desde el principio puede suponer una gran diferencia para el desarrollo del lenguaje de tu bebé.
Niveles de oxígeno
Una prueba de pulsioximetría del nivel de oxígeno de tu bebé en distintas partes del cuerpo: suele realizarse colocando una pegatina con una luz roja en la mano y el pie de tu bebé. Esta prueba puede ayudar a detectar problemas cardiacos preocupantes que se dan en alrededor de 1 de cada 1,000 bebés y que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos.
Prueba de ictericia
Las pruebas de detección de la ictericia, que a menudo también se realizan con una luz especial colocada sobre la piel del bebé, aseguran que los niveles de bilirrubina no sean demasiado elevados. A veces, en lugar de un sensor cutáneo, se comprueba mediante un análisis de sangre, obtenido junto con la muestra de sangre de la que se habla más adelante. Los niveles elevados de bilirrubina pueden causar problemas como letargo, mala alimentación y, en algunos casos extremos, daño cerebral.
Cribado neonatal
El cribado neonatal es otra prueba que suele realizarse cuando tu bebé tiene 24 horas de nacido. Se trata de una pequeña muestra de sangre. Puede que pienses en cuando te sacan sangre del brazo cuando eres adulto, pero esta prueba requiere una muestra muy pequeña y puede resultar complicado encontrar una pequeña venita de recién nacido. Así que la mayoría de las veces se utiliza una punción en el talón de tu bebé. Se le calentará el pie y se le hará un pequeño pinchazo en el talón. Algunos bebés apenas lo notan, otros pueden llorar. La sangre se recoge en una muestra de papel, que el hospital envía al laboratorio de procesamiento de tu estado.
Pero, ¿por qué?
La pregunta más importante es: ¿para qué examinan a mi bebé? ¡Y esa es una buena pregunta! La respuesta varía porque las pruebas son un poco diferentes en cada estado. En general, la prueba cubre múltiples condiciones con las que puede nacer un bebé y que son imposibles de captar en un examen físico. La mayoría de estas condiciones tienen tratamientos que es importante iniciar pronto en la vida, por lo que las pruebas son esenciales.
Puede ser útil comprobar cuáles son los requisitos y sugerencias para las pruebas en tu zona, y comentar con el proveedor de atención médica cualquier preocupación particular que tengas, como antecedentes familiares de un trastorno metabólico. Puedes consultar las pruebas de tu estado aquí si tu hospital no te facilita esa información. Si das a luz fuera de un hospital, es recomendable que se realice el cribado neonatal entre las 24 y las 48 horas de vida. Por lo general, esto puede hacerlo tu proveedor de atención al parto en casa o el centro de partos, o en un laboratorio.
Revisado por el equipo clínico de Ovia Health