Los adolescentes hoy en día se crían en un mundo diferente al que vivieron sus padres. Parte de este nuevo mundo es la creciente concienciación sobre los problemas de salud mental, de los que muchos padres nunca habían oído hablar cuando eran adolescentes. Aunque esta creciente concienciación es positiva, puede resultar confusa para las personas que no tienen experiencia previa con los problemas de salud mental. Uno de los problemas de salud mental más incomprendidos que experimentan los adolescentes es la ansiedad social.
«La ansiedad social es una condición que provoca nerviosismo en las personas cuando interactúan con otras. A menudo se tiene la sensación de estar haciendo algo vergonzoso, o de ser juzgado o criticado. Este tipo de ansiedad puede llevar a las personas a evitar situaciones sociales e incluso puede tener un impacto negativo en su vida diaria», afirma Tamika Simpson, experta de Ovia Health.
Si a tu hijo o hija le han diagnosticado ansiedad social o sospechas que la padece, a continuación te indicamos los pasos que puedes seguir para ayudarle a controlarla.
Busca ayuda terapéutica
La ansiedad social no es algo que los niños puedan superar por sí solos. Si la ansiedad social afecta su vida diaria, su estado de ánimo general o su capacidad para disfrutar de las actividades habituales, es hora de buscar ayuda. Muchos niños y adolescentes descubren que trabajar con un terapeuta les permite identificar estrategias y patrones de pensamiento que pueden serles útiles mientras hacen su camino por el mundo.
Escúchale cuando comparta sus sentimientos
Como padres, a menudo queremos arreglar las cosas para nuestros hijos. Por desgracia, no podemos solucionar la ansiedad social, aunque creamos que tenemos las mejores sugerencias e ideas del mundo. Cuando tu hijo o hija acuda a ti y comparta sus sentimientos, haz todo lo posible por escucharle con actitud receptiva y curiosidad, y evita hacerle sugerencias a menos que te lo pida. Hacerle preguntas como: «¿Qué te hace pensar eso?» o «¿Cómo te sentirías si eso ocurriera?» puede ayudarte a comprender mejor su forma de pensar.
Pregúntale qué necesita
Solo tu hijo o hija sabe lo que quiere y necesita de ti. En lugar de suponer cómo se sentirá en determinadas situaciones o qué querrá que hagas, pregúntale de manera directa y haz todo lo posible por satisfacer sus necesidades. Incluso preguntarle qué necesita de ti puede ser una poderosa forma de inspirar a niños y adolescentes a considerar realmente sus necesidades y deseos.
No esperes resolverlo todo de una vez
Muchos adolescentes que tienen ansiedad social también tienen otros problemas de salud mental. En lugar de esperar que una varita mágica lo arregle todo de una vez, deja que sea tu hijo o hija quien marque el tono y el ritmo de tu apoyo y haz todo lo posible por estar a su nivel. Celebra las pequeñas victorias y hazle saber que tu hogar es un espacio seguro y que tú estarás ahí pase lo que pase.
La ansiedad social (enlace en inglés) puede resultar en particular difícil para niños mayores y adolescentes, ya que gran parte de su mundo gira en torno a sus compañeros. Proporcionarles la ayuda y el apoyo que necesitan y ser una presencia constante y sin prejuicios en su vida les ayudará mucho a prosperar.
Revisado por el equipo clínico de Ovia Health
