Esto es lo que puede estar pasando con tu cuerpo, tu salud mental, tus niveles de energía, tu intimidad y tu equilibrio entre trabajo y vida privada a las 14 semanas de posparto.
Tu cuerpo
Tres meses y medio después de dar a luz, tu cuerpo se está fortaleciendo y es posible que empieces a recuperar parte de la musculatura perdida.
Diástasis de rectos
Hasta un 60% de las mujeres desarrollan diástasis de rectos (separación de los músculos abdominales izquierdo y derecho) durante el embarazo, lo que puede hacer que el vientre sobresalga ligeramente. No suele ser permanente, pero alrededor del 40% seguirá teniéndola a los seis meses después del parto.
Retención de líquidos
Es posible que tu cuerpo siga reteniendo un poco de agua. También conocida como edema, la inflamación posparto debería desaparecer poco a poco por sí sola, pero si empeora notablemente, comuníqueselo a su profesional de la salud.
Caída del cabello
La caída del cabello después del parto suele comenzar unos meses después, por lo que es posible que notes algo de caída esta semana. La cantidad de pelo que se cae puede ser alarmante y, aunque este síntoma es posiblemente uno de los peores, recuerda que le ocurre prácticamente a todo el mundo después del embarazo y que no durará para siempre.
Su salud mental
Muchos padres primerizos se sienten orgullosos, felices y, en general, contentos en esta etapa. Aun así, los problemas de imagen corporal, la depresión posparto y la ansiedad son relativamente frecuentes. Esto es lo que debes saber.
Imagen corporal
El embarazo cambia el cuerpo de muchas maneras. Además del aumento de peso, puede afectar a las hormonas, la piel, el periodo y el cabello, por nombrar sólo algunos. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero en lugar de «rebotar» a tu talla de antes del bebé, centra tus esfuerzos en «rebotar hacia adelante» .
Algunas personas nunca vuelven a la talla que tenían antes del embarazo, y eso está muy bien. Es fácil dejarse llevar por el discurso negativo, compararse con los demás y la presión de estar en forma poco después del parto. Sin embargo, lo más importante es luchar por la salud mental y física, independientemente de la talla. Esta mentalidad no sólo es buena para ti, sino también para tu niño/a.
Depresión y ansiedad posparto
Aproximadamente una de cada nueve madres tiene depresión posparto y una de cada cinco sufre ansiedad. Aunque no son exactamente lo mismo, sus síntomas suelen coincidir.
Algunos de los más comunes son preocupación constante, tristeza persistente, cambios de humor, cambios en el apetito y problemas de sueño. La ansiedad posparto también puede tener efectos físicos, como aumento del ritmo cardíaco, temblores y sudoración excesiva. Si se siente deprimida o ansiosa durante más de un par de semanas, póngase en contacto con su profesional de la salud o llame a la línea directa de Postpartum Support International.
Tus niveles de energía
Como la mayoría de los bebés aún no duermen toda la noche, es muy probable que no descanses lo necesario para mantener tus niveles de energía. Si es posible, considera algunos enfoques creativos para descansar, como alternar con tu pareja durante parte de la noche, hacer siestas o acostarte muy temprano. Seguir una dieta equilibrada, mover el cuerpo y tomar té o café puede ayudar a prevenir la pereza. Eso sí, procura no pasarte con la cafeína a última hora del día, ya que puede dificultar conciliar el sueño cuando tengas la oportunidad.
Sexo, intimidad y relaciones sociales
El vínculo con tu pareja es importante, incluso si no estás preparado para ser sexualmente activo. Pero cuando vuelvas a tener relaciones, no descuides el control de la natalidad porque podrías ovular sin saberlo antes de tener tu primer periodo posparto. Puede que al principio te resulten más placenteros los preámbulos, el lubricante o evitar el sexo con penetración.
Y tanto si eres madre soltera como si tienes pareja, la conexión social es vital. Pasar tiempo con amigos y tener un sentido de comunidad puede hacer que la experiencia de la nueva crianza resulte menos aislante.
Conciliación de la vida laboral y familiar
Atrás queda la vuelta al trabajo después de tener un bebé, que puede ser liberadora, emotiva o estresante. Desde buscar una guardería hasta sacar la leche durante el día o alejarse del pequeño por primera vez, es normal sentirse abrumada. Buscar el apoyo de personas que hayan estado en tu lugar -compañeros de trabajo o amigos- puede ser de gran ayuda. Pueden darte ideas para simplificar las rutinas o simplemente ser un buen lugar para desahogarte.
Intenta ser comprensiva mientras recorres esta nueva etapa de tu vida. Y, como siempre, informe a su profesional de la salud si experimenta algún síntoma mental o físico grave o persistente.
Revisado por el Equipo Clínico de Ovia Health
Fuentes
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