Es normal sentir distintos niveles de dolor a medida que el cuerpo se adapta a la vida después del bebé. Los dolores posparto son la causa más común de estas molestias y suelen parecerse a los cólicos menstruales o a las contracciones del parto. Se deben a que el útero vuelve a su tamaño normal.
Los dolores posparto son más intensos en torno a los dos y tres días, y pueden durar hasta diez días. Este dolor puede ser leve, moderado o intenso; cada persona es diferente. Para ayudar a administrar el dolor, puede utilizar una almohadilla térmica o tomar medicamentos siguiendo las instrucciones de su profesional de la salud.
La incisión de la cesárea también puede doler durante los primeros días o semanas, e inflamarse un poco debido a la retención de líquidos. La sensibilidad uterina es muy frecuente después de dar a luz, pero también puede ser síntoma de endometritis posparto, una infección del útero. Los síntomas suelen empezar poco después del nacimiento e incluyen dolor abdominal bajo, fiebre, sangrado, escalofríos y flujo maloliente. El riesgo de endometritis posparto es mucho mayor si te han practicado una cesárea. Los antibióticos orales pueden tratarla en pocos días, así que si notas síntomas extraños o tu dolor es intenso, habla con tu médico.