Diez semanas después del parto

A continuación te contamos lo que puedes estar experimentando en cuanto a cambios físicos, salud mental, necesidades de autocuidado, intimidad y conciliación de la vida laboral y familiar a las diez semanas de posparto.

Tu cuerpo

Lo más probable es que ya se haya recuperado completamente del parto, pero eso no significa que haya terminado con los síntomas posparto. Desde el pelo hasta el cutis, pasando por el periodo menstrual, es de esperar que las cosas sean un poco diferentes de lo que eran antes del embarazo.

Amamantar

Si estás amamantando a tu bebé, es probable que estés en la onda y que estés experimentando con el tiempo lejos de tu bebé y sacando la leche. Cuando empiece a salir de casa con más frecuencia y a pasar más tiempo entre las sesiones de extracción de leche, los conductos galactóforos podrían obstruirse. Esta afección puede ser dolorosa y provocar una infección del tejido mamario (también conocida como mastitis), por lo que debe ponerse en contacto con su profesional de la salud lo antes posible si observa algún signo de infección o si no consigue administrarla en casa.

Menstruación

Puedes tener el periodo desde cuatro semanas hasta más de un año después del parto; normalmente se retrasa más en el caso de las madres que amamantan exclusivamente a sus hijos. Y cuando se reanuda, el ciclo puede ser más corto o más largo que antes y presentar distintos síntomas, como cólicos más intensos, sangrados más abundantes, mayor sensibilidad en los senos o hinchazón.

Cambios en la piel y caída del cabello

A las diez semanas de posparto, es posible que notes algunas afecciones cutáneas, como acné, manchas oscuras (hiperpigmentación), textura irregular o eczema.

También podrías empezar a experimentar pérdida de cabello en esta época. Este síntoma posparto puede ser un fastidio, pero recuerda que es totalmente normal y que suele desaparecer unos 6 meses después de empezar.

Tu salud mental

A medida que vayas ganando confianza en el cuidado de un bebé y conozcas más a tu pequeño cada día, es posible que te sientas agradecida, feliz o, en general, contenta. Dicho esto, la depresión posparto (DPP) y la ansiedad también son comunes en esta etapa.

Aproximadamente una de cada nueve madres sufre depresión posparto. Los síntomas de la depresión posparto pueden incluir tristeza persistente, dificultad para concentrarse, problemas de sueño, irritabilidad, cambios de humor y cambios en el apetito.

Ambas afecciones pueden solaparse, pero en el caso de la ansiedad posparto los signos más comunes son preocupación constante, sensación de temor, pensamientos acelerados, inquietud y síntomas físicos como sudoración excesiva, náuseas y temblores. Si sufres ansiedad o depresión durante más de un par de semanas, consulta a tu profesional de la salud o llama a la línea directa de Postpartum Support International.

Cuidados personales

Tu niño/a es tu prioridad, pero atender tus propias necesidades también es vital. Es posible que antes de la crianza su autocuidado fuera un poco más indulgente, como ver tres horas ininterrumpidas de su serie favorita o darse largos baños de burbujas. Esta semana, sin embargo, puede ser tan sencillo como cortarse el pelo, dar un paseo a paso ligero, ver un vídeo de entrenamiento o quedar con una amiga para tomar un café.

Sexo e intimidad

Es más que probable que en este momento estés preparada para mantener relaciones sexuales vaginales. Aun así, puede llevarte tiempo familiarizarte con tu cuerpo después del embarazo y verte a ti misma desde el punto de vista sexual mientras te adaptas a tu nueva identidad como madre.

Por supuesto, intimidad no siempre significa tiempo sexy. Si tienes pareja, conectar con ella mientras ves tu serie favorita, preparas la cena o sales a comer algo es igual de importante. Pero cuando vuelvas a tener relaciones sexuales, no pases por alto el control de la natalidad (si las relaciones sexuales pueden llevarte a un embarazo): es posible ovular antes de tener el primer periodo posparto.

Volver al trabajo

Justo en el momento en que la crianza se convierte en un placer, es posible que tengas que volver al trabajo. Conciliar carrera y familia nunca es fácil, y puede ser especialmente estresante con un bebé de 10 semanas. Dicho esto, dejar de trabajar con el bebé puede ser un cambio agradable.

Intenta aprovechar esta etapa, sé indulgente contigo misma cuando no puedas hacer frente a todas las tareas de tu lista y asegúrate de informar a tu médico de cualquier síntoma grave o persistente.

Revisado por el Equipo Clínico de Ovia Health

Fuentes

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