Si usted o su pareja se preparan para volver al trabajo tras la licencia parental, es posible que se planteen muchas preguntas. ¿Cómo se las apañará uno de los dos con menos ayuda y sin dormir lo suficiente? ¿Cómo vais a compartir las tareas de crianza?
No existe un enfoque único que funcione para todo el mundo, pero aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte en esta gran transición:
Háblalo y planifícalo
- Hable con su pareja de sus sentimientos y expectativas. Una de las cosas más útiles que puede hacer es hablar abierta y honestamente con su pareja sobre los cambios. Puede que te sientas asustado, culpable o simplemente abrumado por lo desconocido. Cuando comprendes los sentimientos del otro, es más fácil ser amable y paciente y trabajar juntos como un equipo.
- Haced un plan. Discutid los detalles de cómo administraréis juntos esta gran transición. Tened en cuenta cuestiones prácticas del día a día, como el reparto de las tareas domésticas y el cuidado de los niños/as. Prepárate para ajustar tu plan sobre la marcha.
- Establece un horario de sueño. Tanto si eres tú quien está con el bebé durante el día como si eres tú quien ha vuelto al trabajo, todo el mundo necesita dormir. Por lo tanto, trabajad juntos para elaborar un horario de sueño que proporcione a todos un descanso sólido. Si tu pareja y tú tenéis horarios naturales de sueño diferentes -por ejemplo, a uno le gusta despertarse pronto y el otro es de hábitos nocturnos-, ten en cuenta esta diferencia a la hora de elaborar el plan.
- Piensa también en los fines de semana. Puede ser un buen momento para compartir sus prioridades para las horas no laborales. Habla de cómo te gustaría equilibrar el tiempo con la familia, hacer las cosas (como preparar la comida para la semana) y encontrar un espacio para el cuidado personal.
Reúne y aprovecha tus recursos
- Reúne a tus ayudantes. La transición de Atrás al trabajo es un buen momento para pedir ayuda a amigos y familiares para el cuidado de los niños/as, los recados o las tareas del hogar. Si su presupuesto se lo permite, puede plantearse contratar a una doula posparto que le ayude a recuperarse del nacimiento, le ayude a desarrollar habilidades de crianza y le brinde algunos cuidados del bebé y tareas domésticas ligeras. Contratar ayuda para la limpieza o un servicio de parto también puede brindarle un gran alivio del estrés.
- Conoce tus derechos en el trabajo. Si la madre que se reincorpora al trabajo está amamantando al bebé, recuerda que los empleadores deben cumplir las leyes, lo que incluye dar a las empleadas tiempo y un espacio limpio y tranquilo para sacarse la leche. Consulta la legislación local y la política de tu empleador para conocer tus derechos.
- Recurra a ayuda profesional si la necesita. Atrás queda un periodo de adaptación tan importante como la vuelta al trabajo o la vuelta de tu pareja. Si usted o su pareja experimentan síntomas de depresión posparto, como tristeza abrumadora, cambios en el apetito o el sueño, o pensamientos de autolesionarse o hacer daño al bebé, hable por favor con un profesional de la salud. Si tienes problemas para amamantar o producir leche, un especialista en lactancia puede ayudarte.
No dejes que la perfección sea enemiga de lo bueno
- Si tu pareja trabaja desde casa, hablad de cómo hacer que funcione. Trabajar desde casa puede dificultar la conciliación, sobre todo cuando hay un bebé. Y si uno de los progenitores trabaja y el otro se encarga del cuidado del niño/a, conviene tener claras las funciones de cada uno para evitar frustraciones y sentimientos heridos. Antes de que uno de los dos empiece a trabajar de nuevo, hablad de los horarios laborales, de si el compañero que trabaja echará una mano a la hora de comer y de si se dedicará al cuidado del bebé justo después de la jornada laboral. Por supuesto, recuerda que los bebés y el trabajo pueden ser impredecibles, así que un poco de flexibilidad puede ayudar mucho.
- Acepta las diferencias de cada uno. Al fin y al cabo, hay que realizar muchas tareas para que la casa funcione. Puede que cada uno tenga sus preferencias al respecto. Pero si tu pareja hace las cosas «a su manera», intenta aceptar esas diferencias y la marca de verificación al final de la tarea.
- No pasa nada por ser humano. Con un bebé recién nacido, habrá días (y semanas) en los que las cosas no se hagan en casa o en los que se duerma mal y la gente esté cansada. No pasa nada por olvidarse de las pequeñas cosas y recordar que esta fase es temporal.
Revisado por el equipo clínico de Ovia Health