Veintiséis semanas después del parto

Aunque es probable que ahora te sientas muy diferente a la primera semana después del parto, puedes tardar aproximadamente un año en recuperarte por completo del embarazo y adaptarte mentalmente a tu nueva identidad como madre. Esto es lo que puede experimentar a las 26 semanas después del parto.

Tu cuerpo

Has llegado oficialmente a los seis meses. Los cambios corporales de esta semana pueden estar relacionados con el tono muscular, el ciclo menstrual, los problemas de piel, la caída del cabello o los cambios hormonales.

Cambios musculares

Pueden pasar varios meses hasta que recuperes toda la fuerza que tenías antes del embarazo, pero es probable que cada día estés más fuerte. Si desarrollaste diástasis de rectos (ensanchamiento entre los músculos abdominales derecho e izquierdo) durante el embarazo, existe la posibilidad de que tu vientre siga sobresaliendo ligeramente esta semana. Y aunque no suele ser permanente, alrededor del 30% de las mujeres siguen teniéndola al cabo de un año.

Piel y cabello

Algunas personas tienen el cutis más claro o la piel menos sensible después del embarazo, mientras que otras experimentan cambios cutáneos no tan agradables. A los seis meses de posparto, es posible que sufras rosácea, eczema, sequedad o brotes hormonales. Consulta a un dermatólogo si alguno de estos problemas no se resuelve en el plazo de un mes.

También es probable que esta semana se te caiga algo el pelo. La caída puede ser alarmante, pero no te asustes. Lo más probable es que, cuando tu niño/a cumpla un año, hayas recuperado el volumen que tenías antes del embarazo. Si te molesta mucho, un corte más corto puede hacer que tu pelo parezca más grueso, además de que tu bebé no podrá tirar de él con tanta facilidad.

Amamantar y dejar de amamantar

Algo más de la mitad de los lactantes siguen tomando leche materna a las 26 semanas, ya sea en biberón, pecho o ambos. Sin embargo, sólo un 25% lo hace de forma exclusiva. A los seis meses suelen introducirse los alimentos sólidos, pero los bebés siguen dependiendo de la leche materna y/o artificial como principal fuente de nutrición hasta el año de edad. Los sólidos son muy importantes para exponer al bebé a nuevas texturas, sabores y pautas sociales en las comidas, pero es posible que no notes una disminución de la cantidad de leche que toma hasta que se acerque el año.

Puede que a tu pequeño le estén saliendo los primeros dientes y te muerda accidentalmente el pezón mientras se alimenta. Intenta mantener la calma y haz una pausa. Por lo general, los bebés se dan cuenta de que morder no ayuda a nadie y no volverá a ocurrir. Las distracciones también pueden convertirse en un problema a medida que se vuelven más conscientes del mundo que les rodea.

Cada persona tiene objetivos distintos en lo que respecta a la alimentación, y dejar de amamantar es una elección personal. Algunas personas experimentan cambios hormonales al dejar de amamantar y sufren desde acné hasta cambios de humor. Estos cambios son temporales, pero es bueno estar preparado.

Menstruación

Si sigues amamantando de forma exclusiva, es posible que no tengas periodo. Pero si hace poco que has dejado de dar el pecho o lo estás complementando con leche artificial, es posible que tu ciclo menstrual vuelva a empezar pronto, si es que no lo ha hecho ya. En cualquier caso, no descuides el control de la natalidad porque podrías ovular y quedarte embarazada antes de tener tu primer periodo posparto.

Tu salud mental

A las 26 semanas, puede que te sientas más segura y cómoda en tu papel de madre. Dicho esto, la depresión y la ansiedad también son algo habitual en esta etapa.

Ansiedad y depresión posparto

Hasta el 20% de las madres primerizas sufren ansiedad y más del 10% depresión posparto. Aunque no son lo mismo, los síntomas de estos trastornos mentales a veces coinciden.

Algunos de los signos más comunes son preocupación constante, cambios de humor frecuentes, tristeza persistente, pensamientos acelerados, dificultad para concentrarse, cambios en el apetito e inquietud. Si se siente ansiosa o deprimida durante más de dos semanas, póngase en contacto con su profesional de la salud o llame a la línea directa de Postpartum Support International.

Sueño y energía

Algunos bebés empiezan a dormir toda la noche alrededor de los seis meses. Si es el caso de tu niño/a, aprovecha y duerme tú también. Beber mucha agua, seguir una dieta equilibrada y mover el cuerpo (aunque sólo sea un paseo diario) también pueden ayudarle a mantener altos sus niveles de energía.

Conciliación de la vida laboral y familiar

Conciliar la vida profesional y familiar nunca es fácil, y menos con un bebé de seis meses de por medio. En lugar de fijarte como objetivo un equilibrio perfecto entre vida laboral y familiar, date crédito por hacerlo lo mejor que puedas y no te preocupes si no siempre puedes llegar a todo lo que tienes en tu lista. ¡Tú puedes!

Revisado por el Equipo Clínico de Ovia Health

Fuentes

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